VEN Y DIME COMO VIVES

Éste es un libro muy diferente a lo que la autora nos tiene acostumbrados. En él relata sus peripecias en Siria e Irak durante las expediciones arqueológicas en las que acompañó a su marido Max. Está escrito en un tono desenfadado y coloquial, que lo hace muy ameno y divertido. Escrito en primera persona, nos cuenta un montón de anécdotas sobre su vida cotidiana durante las expediciones, los diferentes personajes que la componían, la manera en que vivían, su alimentación, los inconvenientes del viaje, las aldeas que visitaron y sus gentes, los trabajadores que les ayudaban... Ha sido una lectura muy amena y agradable que me ha acercado más a la figura de esta gran escritora de la cual he leído un montón de obras y que he admirado desde jovencita. En la publicación que yo he leído me encontré con la sorpresa de un montón de fotos que la autora hizo y reveló durante las expediciones, así he podido ponerles cara a algunos de los expedicionarios cuyas anécdotas me hicieron sonreír e hicieron la lectura más amena, si cabe. Me parece una lectura muy recomendable. ¡Feliz lectura! Libro leído en julio de 2022. 11 de agosto de 2022

Me pareció que empezó un tanto lenta, pero después de unas páginas es como estar escuchando a una buena amiga contar sus peripecias en el lejano oriente. Me encanta haber tenido el privilegio de poder asomarme a esta parte de la misteriosa vida de Agatha Cristhie, narrada en primera persona. Ya había leído sobre su vida en otras oportunidades, y con este libro vuelvo a comprobar que su biografía supera con creces muchas ficciones que ella misma escribió. Llevó una vida plena a la que supo sacarle el máximo partido, burlarse de ella misma y tomarse con buen humor (británico) muchas situaciones adversas. Me gustó mucho el prólogo dónde afirma que al igual que su marido el arqueólogo, Max Mallowan, que pretendía saber cómo vivieron hace 5000 años, ella también va a contarnos cómo vivía durante esas expediciones en la entonces más pacífica Siria. También me gustó el epílogo en donde dice que rescata este cuaderno personal y lo publica a fines de la 2nda Guerra Mundial, para recordar que existieron los buenos tiempos y que la belleza persiste en el mundo.