De todos es conocido que Unamuno sufrió en marzo de 1897 una intensa crisis, que le llevó a suspender toda actividad literaria. Menos conocido es que, a medida que remitía esa crisis Unamuno comenzó a colaborar en Ecos Literarios, la revista que, a partir del 9 de octubre, comenzó a publicar su amigo, el sacerdote bilbaino José María García Galdácano.