UNA SALA LLENA DE CORAZONES ROTOS

Yo respeto las opiniones ajenas. De verdad. Respeto las demás reseñas. Incluso respeto la crítica (😶).Es mas! Respetaré al Jurado del pulitzer que premió a Anne Tyler en algún momento (dios mio, doy asco de tanto respeto). En serio, los respeto a todos...pero no los entiendo. Qué le ven a este libro?! No tiene nada!! No brilla, no reluce, no sobresale! No echa raíces, no se vuelve inolvidable! Yo lo terminé, esperé unos segundos en silencio y mientras miraba el horizonte apretando el libro contra mi pecho pensé "🤔 Qué hago para cenar? Salchichas con puré o fideos?" Y podría ir suavecito para contentar a todos y decir "oh! creo que éste no era mi momento", o tal vez "este libro no era para mí pero seguramente muchos lo disfrutaran". Pues que pena, no es mi estilo. Esta es mi reseña y considero que puedo decir lo que se me canta y no tengo por qué pedir disculpas ni suavizar nada. De hecho yo misma no tengo nada de malo como lectora. Estoy acostumbrada a leer libros terrenales con historias sin sobresaltos. El problema, en este caso, no proviene de estar anclado en la cotidianidad. Hay relatos preciosos con tramas chiquitas que sin embargo crecen en uno. Pero escribir un libro extraordinario a partir de una trama ordinaria es un arte que requiere pericia y Anne Tyler carece de ella. No me malentiendan: no es un libro malo. Es correcto, pero solo eso. Hace poco leí " la escala de los mapas", en dónde, como aquí, el protagonista también era un soltero empedernido, un eterno rechazado, que para evitar sufrir, se refugiaba en la seguridad lineal de una vida monótona y gris. Y saben qué? A pesar de que Belén lopetegui escribe horrible, posee algo que Tyler no tiene: conmueve. Da pena. Mucha. En este, no hay nada de eso. Pasa por uno sin dejar rastro. Miren, para que vean cuan respetuosa me levanté hoy, me ampararé en la palabra del señor que parece que sólo te acepta si sos frío o caliente, porque a los tibios los termina vomitando...y pues este es uno para el regurgitamiento divino. 😕 ( espero que solo este sea tibio, porque sino tengo para vomitar como 7 libros mas de ella😕).

Micah Mortimer, un hombre de 44 años, es el protagonista de esta novela. Es una persona que ama la rutina por encima de todo. Su amiga especial, Cassia, tiene un problema con su piso, y según ella, él no la apoya. Por otra parte, aparece en su vida un adolescente hijo de una antigua novia, diciéndole que es su padre. Mortimer acostumbrado a su férrea rutina no sabe desenvolverse en esta nueva situación y pone en peligro su frágil relación con Cassia. Él mismo reconoce ante ella que es:"una sala de corazones rotos". La novela transcurre en Baltimore,en un espacio de tiempo mínimo: 5 o 6 días de un mes de octubre.

“Una sala llena de corazones rotos” Anne Tyler Esta reseña va a ser muy especial para mí, como lo ha sido la lectura de este libro. A priori parecía una novela anodina, de esas que pueden resultar agradables, pero luego te olvidas de ellas en cuanto pasas a tu siguiente lectura. Sin embargo, para mí ha sido un gran descubrimiento. Micah es un hombre solitario, el típico hombre corriente que no ha tenido demasiado éxito ni con su profesión ni con sus relaciones sentimentales. Tiene una vida anodina, presidida por el control y el orden de su entorno, como un medio de controlar y ordenar su propia vida. Es el arquetipo del perdedor, con un comportamiento casi antisocial y un carácter cascarrabias, que utiliza como coraza para evitar más desilusiones y fracasos. Sin embargo, sus nulas habilidades sociales no son incompatibles con un sentido ético y una vena empática por sus semejantes que desarrolla en silencio, procurando que esos sentimientos no le obliguen a relacionarse más estrechamente con sus semejantes. El es un hombre solo en medio de mucha gente, ya que tiene dos trabajos cara al público y una gran familia cuyos miembros son todo lo contrario que él: extrovertidos, alegres y positivos. Tiene una pareja llamada Cass, a la que se niega a llamar novia, que también tiene pocas habilidades sociales. En realidad, la relación de ambos es un acuerdo de dos soledades que comparten algún tiempo juntos sin plantearse nada a largo plazo. Y como no se comunican a un nivel profundo, ninguno de los dos sabe realmente cuáles son los deseos y las necesidades del otro. Un día cualquiera, la vida de Micah se revoluciona por un suceso inesperado relacionado con su pasado y eso le acaba obligando a replantearse seriamente su vida y su forma de relacionarse. El pasado vuelve a él a señalarle sus errores y a darle una oportunidad de poder corregirlos, al mismo tiempo que él también ayuda a enderezar la vida de algunas personas de las que no tenía noticia el día anterior, pero que de repente se convierten en un revulsivo importante en su hasta entonces ordenada cotidianidad sin resquicios para aceptar cambios. Después de ese acontecimiento inesperado, Micah tiene que hacer un esfuerzo para trascender sus problemas de comunicación. Hasta entonces, sentía que su coraza le había protegido, pero ahora se da cuenta de que no es más una cárcel que le impide ser feliz y tener una vida más plena. Ha sido una lectura muy, muy emotiva para mí, porque he recorrido con Micah su proceso de crecimiento personal y su conversión de crisálida a mariposa con el mismo orgullo que si se hubiera tratado del de un querido amigo. El que lea este libro no debe esperar una gran historia llena de acontecimientos impactantes. Es una historia pequeña de un hombre corriente, pero con una gran lección de vida y una inmensa dosis de esperanza de que el cambio es posible si de verdad se desea alcanzarlo.

' Un hombre tan obtuso y limitado, tan cerrado. No tiene ningún aliciente, nada con lo que ilusionarse y soñar.' Una sala llena de corazones rotos es una lectura que te hace reflexionar sobre el valor que tiene tu vida según la vivas, tus decisiones, tus actos... Una novela rápida pero lenta en su desarrollo. Poca chispa, como su protagonista, pero con final feliz.

Me ha gustado mucho. Es una historia muy sencilla, bonita, en la que el protagonista, Micah, debe comprender que la vida no es tan blanco o negro como él la entiende, y que debe mirar más allá de su nariz si quiere encontrar la felicidad... (Aunque él crea que no la necesite).

A pesar de ser corta, se me hizo tediosa. No la recomiendo

Es difícil ponerle esta puntuación porque para mi está bien escrita, me gusta el humor y el sarcasmo que marca esta historia y literal me imaginé a cada personaje en particular, pero el problema es que quedé igual que cuando leí la primer página, no me produjo nada, no me movió. Si bien está centrada esta novela en la cotidianidad y la rutina de la vida, creo que en serio no pasó nada más allá, esperaba que algo me hiciera pensar o sentir, espere hasta la última página, pero no ocurrió, me decepcionó. Creo que si lo hubiera dejado a la mitad me generaría la misma actitud, no me perdería de nada. No tiene ninguna trama, tampoco algo significativo, simplemente todo fue muy soso. Supuestamente el género es romance contemporáneo, no lo vi por ningún lado. Es un relato simple que narra situaciones que "ni me van ni me vienen". Te deja indiferente y ya está... ciertas situaciones fueron como ??????? ª El final tampoco me gustó, sentí que fue una contradicción. Sin embargo, creo que la autora tiene potencial, le daría una oportunidad más con otro libro.