Para enterarse de lo que en realidad ocurrió en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial, hay que pregun-társelo a las mujeres. Y es que, entre las ruinas, los hombres demostraron ser el «sexo más débil». Así lo ve la autora de este libro, que vivió el final de la guerra en Berlín. Sus observaciones aparecieron publicadas por pri-mera vez en Norteamérica en 1954, gracias a Kurt W. Marek, crítico y periodista, a quien la autora confió el manuscrito. Ahora Anagrama recoge, además del epílogo de Marek, una introducción de Hans Magnus Enzens-Berger. En este documento único no se ilustra lo singular sino lo que les tocó vivir a millones de mujeres: primero la supervivencia entre los escombros, sin agua, sin gas, sin electricidad, acuciadas por el hambre, el miedo y el asco, y, posteriormente, tras la batalla de Berlín, por la venganza de los vencedores.
VIERNES, 20 DE ABRIL DE 1945, CUATRO DE LA TARDEDos horas más tarde. El hornillo de gas está prendido con una llama mortecina. Hace horas que las patatas están cociéndose. Las patatas más miserables del campo, que ni sirven para destilar, se desintegran hasta hacerse puré y saben a cartón. Una me la tragué medio cruda. Desde esta mañana temprano me estoy atiborrando. En la tienda de Bolle canjeé los cupones de la leche que me envió Gerd en navidades. Ya era hora. La vendedora servía con la lechera muy inclinada y dijo que ya no iba a llegar más leche a Berlín. Eso significará mortalidad infantil.Tremendo relato de una mujer en la caída de Berlín. El relato de gente de a pie, donde la guerra pierde cualquier sentido de heroísmo y se convierte en lo que es, una mierda.De los mejores textos sobre el sufrimiento de las victimas en la Segunda Guerra Mundial, figura como autor anónimo ya que por las situaciones vividas la autora no quiso que su nombre se hiciera publico. SUPER RECOMENDABLEUna frase del libro:"En las guerras de antaño, los hombres podían reclamar el privilegio exclusivo de matar y morir por la patria. En los tiempos actuales, las mujeres también participamos. Este hecho nos modifica, hace que nos volvamos descaradas. Cuando acabe esta guerra tendrá lugar, junto a otras muchas derrotas, también la derrota de los hombres en su masculinidad."
Sumamente interesante!. Bien escrito y de fácil lectura. Una vez mas se muestra que las grandes victimas en todas las guerras son las mujeres, tratadas como botín al que se puede usar a gusto del ganador. Toda guerra se gana dos veces, por las armas y por los vientres!. Muy recomendable!
He leído varios libros ambientados en la segunda guerra mundial, pero creo que este es el primero que leo desde otra perspectiva: la supervivencia de una mujer después de que Alemania perdiera la guerra. Es cierto que este diario es criticado por la frialdad de la autora, yo misma me asombraba de algunos comentarios. Pero nadie sabe cómo hubiera pensado o reaccionado si hubiera estado en su lugar. No es una lectura ligera, pues lo que vivieron estas mujeres con los rusos no fue fácil; tampoco se lee rápido, pues se hacía repetitiva: en la guerra solo te preocupas por lo que te llevaras a la boca, no existe el mañana.
Ya no hay nadie que se preocupe de nosotras. De pronto somos individuos, ya no somos compatriotas."