UNA INVERNADA ENTRE LOS HIELOS

Verne nos conduce en 76 páginas por unos parajes gélidos angustiantes pues Jean Cornbutte, marinero de más de 70 años, busca desesperadamente a su hijo, Louis Cornbutte, quien junto a toda una tripulación ha naufragado entre los congelados mares del atlántico. La historia se lee de porrazo (2 horas aproximadamente me tomó) y pues hay elementos que enriquecen la ficción de maneras que sólo Verne ha podido dibujar en mi mente: Un padre valiente desesperado, una prometida angustiada, un pretendiente enemigo e infiltrado en la incursión, un fiel sirviente (Penellan) y un destino helado. A todo esto, Verne le agrega un toque de aventura y datos de investigación fiel a su estilo. Esta gama de elementos hacen de esta novela cortita un deleite Fugaz, como sus páginas.

¡Qué gran aventura he vivido! En esta ocasión y en pocas páginas, Verne nos lleva a los mares de Groenlandia a bordo de un bergantín, «La joven atrevida», para vivir aventuras y penurias a bajas temperaturas. La historia es sencilla, pero te mantiene en vilo todo el tiempo. Un viejo marinero, Jean Cornbutte, va en busca de su hijo, Louis Conrbutte, quien ha sido dado por muerto cuando intentó salvar a una goleta durante una tormenta. El valor de la tripulación y la traición de otros, las inclemencias del clima, la desesperación por hallar al ser amado y la lucha por sobrevivir, hacen de este libro una gran aventura.

Fue una de las primeras novelas que leí en mi infancia y me encantó.