En una caja de seguridad abandonada en un banco de Nueva York aparece un fajo de cartas manuscritas, fotografías, pasaportes caducados y veintidós joyas de valor incalculable. Jane Willoughby, empleada judicial, recibe el encargo de encontrar a los posibles herederos y Phillip Lawton, experto de la casa de subasta Christie's, el de tasar las piezas. Atraída por el hallazgo, Jane averigua el nombre de la enigmática mujer que aparece en las fotografías, Marguerite Wallace Pearson, y decide indagar en la lujosa vida que tuvo junto al atractivo hombre aristocrático con el que se casó. Como si de un rompecabezas se tratara, Jane recompone con la ayuda de Phillip las piezas del pasado de Marguerite y descubre que, en tiempos de la Segunda Guerra Mundial, la joven abandonó Estados Unidos y se instaló en Europa. La investigación para desvelar el misterio no solo los llevará a lugares insospechados, sino que transformará sus vidas para siempre.
A pesar de tener un tema central muy interesante, la aparición misteriosa de una herencia millonaria para una heredera perdida, considero que la autora manejó la historia de forma plana sin darle la emoción necesaria a acontecimientos importantes que podrían haber atrapado más al lector. De todas formas, gracias a las detalladas descripciones (a veces excesivas) es posible imaginar tanto los escenarios como los personajes, cosa que es positiva. En cuanto al texto físico, contaba con varias faltas ortográficas que le resta calidad.
Es la primera vez que leo un libro de Danielle Steel, al principio fue difícil ya que tiene una forma muy particular de escribir, pero la historia te engancha desde el primer capítulo y quieres seguir leyendo hasta el final. Me encantó.
Daba igual cuánto tardara en enfrentarse a ello, se había acabado y lo sabía. A partir de ahí era cuestión de amor propio… Era hora de seguir adelante.