UN YANQUI EN LA CORTE DEL REY ARTURO

Esta ha sido una relectura de uno de mis libros favoritos de la infancia. La fascinación que me provocó entonces se basó en la increíble historia: la aventura de un estadounidense del siglo XX en la Corte de los caballeros de la Tabla Redonda. Décadas después sigo valorando la novela y añadiendo además otros motivos para apreciarla. Un accidente transporta al protagonista a Camelot en pleno siglo VI, con todos los conocimientos y saberes propios de su época. Como no podía ser de otra manera, deja anonadados con su" magia" a los básicos, asustadizos y supersticiosos personajes medievales. Una especial enemistad se forja entre El Jefe ( así quiere ser llamado) y Merlín, a la vez que profundiza su relación con Arturo, muy en su papel de rey, con toda la superioridad que eso le confiere. El Jefe, que pretende llevar las luces del siglo XX tanto en avances tecnológicos como en justicia social, intenta hacer ver al rey que todos somos iguales. Para ello se embarcan en la aventura de salir al mundo vestidos como dos campesinos y comprobar en sus propias carnes cómo viven sus súbditos. Twain aprovecha la voz de El Jefe para criticar aspectos de la Edad Media ridículos y deplorables y, si leemos entre líneas, esta crítica se dirige también a sus propios contemporáneos; el trato desigual, la esclavitud no tan lejana y que aún colea en la época en que fue escrito, el injusto sistema financiero... A mi antigua admiración por un argumento tan espectacular (Michael Crichton lo usaría después para su Rescate en el tiempo) se añade ahora mi estimación por la crítica irónica, sutil a veces, y valiente del escritor hacia los usos y costumbres de su propio país y época.

Tras sufrir un golpe el «yanqui» de Connecticut, Hank Morgan, se ve transportado al Camelot del Rey Arturo, a partir de ahí asistimos al choque cultural inevitable de personas con trece siglos de diferencia. Gracias a sus conocimientos acaba siendo el preferido del Rey y humillando al genio de la época, el mago Merlín, lo que le deparará muchos problemas. Novela clásica que ya hacía tiempo quería borrar de mis libros pendientes. Aunque me gustaron más las aventuras de Tom Sawyer o Huckleberry Finn, ha resultado divertido ver las intenciones del protagonista por cambiar y modernizar a la gente de la Edad Media y la incomprensión de estos. Sobre todo me resultó hilarante imaginarme a Sir Lancelot y los caballeros del Rey Arturo en una carga a lomos de… «bicicletas» Recomendable para reírte un poco y conocer cómo era la vida en la Edad Media.

Este es un ejemplo de que los grandes clásicos, por mucho que esperen en la lista de los libros pendientes, terminan siendo leídos en el momento oportuno, tanto para el lector como para el propio libro que formará para siempre parte de él. Desde que vi la película, hace muchísimos años, quise leer la novela que había dao la idea de tal maravilla. Por fin, llegado el momento, puedo decir que ha sido todo lo que esperaba y mucho más. He reído, se me ha cortado la respiración y me he emocionado. Escrito en primera persona desde el punto de vista de Hank, un hombre muy práctico que sufre un accidente por el que se ve inmerso en un viaje al pasado, precisamente a la época del rey Arturo y sus caballeros de la mesa redonda. Tengo que admitir que la mayoría de lo que conozco de toda la época medieval es lo que he visto en series o películas, por lo que no hubiera durado ni diez minutos, pero nuestro protagonista es listo, muy listo. Tanto que se atreve a enfrentarse al mismísimo Merlin. Imaginad que tenéis la ocasión de inventar el jabón, el cepillo de dientes o cualquier otro objeto que usamos cada día pero que en aquella época podría ser cosa de brujería, es un éxito comercial garantizado. Y a esto se dedica "sir Jefe", con un desparpajo envidiable. Me ha sorprendido lo crítico que llega a ser, dando a diestro y siniestro por igual a la monarquía, a la iglesia, a los políticos... no sé si alguien se salva de una colleja a parte de nuestro viajero temporal o alguno de sus muchachos. Con un final que me ha dejado con la boca abierta, porque realmente no me lo esperaba, puedo asegurar que es una de las novelas más ingeniosa que he leído en el año. Una novela que me ha parecido muy inteligente, con muy buenos diálogos, con opiniones nada populares para la época, pero divertida y bien construida al mismo tiempo, os aconsejo la lectura de este clásico, pero sí tengo que admitir que no es una lectura ágil ni fácil, es una de esas que se saborea capítulo a capítulo lentamente.

Hace tiempo que tenía ganas de leer esta novela. Una obra magnífica, brillante, ingeniosa, divertida, crítica y, sobre todo, muy disfrutable. Es un relato humorístico, empapado como es habitual en las obras del autor, de sátira social y política sobre los sistemas de poder y gobierno imperante por aquella época. El libro esta lleno de situaciones divertidas, personajes caricaturescos, crítica a la superstición y a las posibles consecuencias de un elevado avance tecnológico para la sociedad de su tiempo. Y en medio de esta comedia, empezará burlándose y satirizando el pasado medieval y acabará cuestionando la superioridad del presente moderno e industrializado, a la vez que reflexiona sobre la moralidad y los tiempos modernos. La trama nos cuenta la historia de un norteamericano, un sabio entre los ignorantes de la Edad Media, que en circunstancias increíbles, viaja a través del túnel del tiempo, llevando consigo el conocimiento tecnológico del siglo XIX y su ideología republicana y va a parar al mítico siglo VI. Donde convivira y competirá con el Rey Arturo, los Caballeros de la mesa Redonda, el mago Merlín y todo el fabuloso mundo de la Edad Media. Ya desde el prólogo apreciamos las ideas bastante crudas y criticas del autor sobre el sistema monárquico imperante. Y a través de esta historia busca hacer conocer las medidas necesarias para crear el contexto social adecuado y poder así modernizar las instituciones que el considerada necesarias para convertir esa Inglaterra medieval en un país del siglo XIX. La novela esta plagada de aventuras y plantea constantemente situaciónes cómicas, de magia y fantasía, además de estar narrada en clave de humor. Y lo cierto es que me he reído mucho, es una de las novelas más divertidas con las que me he topado. El fino humor, la exactitud histórica, la honda humanidad que trasmiten sus páginas, convierten esta novela en una lectura placentera e imprescindible para jóvenes y grandes por igual. Lo recomiendo muchísimo, porque es un libro apto para lectores de todas las edades. Así como a los amantes de la buena narrativa y a los que se inician en este mar de letras. Un libro que te hace reflexionar profundamente sobre la actualidad a la vez que te hace disfrutar de su lectura y de sus aventuras.

He leído pocos libros así de buenos. Trata de un americano del siglo XIX que viaja en el tiempo a la Corte del rey Arturo. Combina al mismo tiempo humor, ironía, una historia dinámica, reflexiones interesantes (por ejemplo, la parte de Morgana y los derechos de los presos) y momentos más dramáticos. Te lo pasas bien leyéndolo a cada página e incluso aprendes (algunas observaciones aparecen luego en la obra de Kuhn). Es de los mejores libros que he leído y no tiene la fama que merece.