¿Adónde van las personas que desaparecen? ¿Han decidido esfumarse o han sufrido un destino cruel? ¿Existe un lugar mágico al que van todas las cosas y las personas que se pierden? Desde que su amiga, Jenny-May desapareció cuando ambas tenían diez años, Sandy Shortt ha estado obsesionada con encontrar objetos y personas. Ahora, ya adulta, ha transformado su obsesión en su trabajo y ha montado una agencia dedicada a buscar personas desaparecidas. Una historia encantadora, llena de misterio, emociones y sorpresas, con el personal estilo que ha hecho famosa a la autora de Postada: Te quiero.
Sandy es la protagonista de esta historia una mujer que desde pequeña tiene la obsesión de encontrar todos los objetos perdidos, lo que se intensifica cuando su vecina Jenny-May desaparece cuando ambas tenían 10 años. Años después Sandy lleva esta obsesión más allá y se convierte en policía para luego montar su propia agencia de personas desaparecidas, es entonces cuando está dispuesta a ayudar a Jack a encontrar a su hermano cuando la propia Sandy desaparece. Al empezar este libro no tenía expectativa alguna, al pillar que el libro era una mezcla entre realidad y ficción no me cerré a la idea (como me pasó con otro libro de Cecelia), aunque siento que al libro le faltó concluir varias cosas lo que hizo que yo terminara con más preguntas que la protagonista dejé que la historia continuara y me atrapara hasta el punto de cuestionarme si realmente existe un lugar llamado Aquí.
Trata sobre el tema de las desapariciones, una cuestión con la que todos nos podemos identificar. Quien no se pregunta dónde ha ido esto o aquello o quien no se ha vuelto loco buscando un simple objeto que cinco minutos antes lo había visto colocado en su sitio. También está el tema de las personas desparecidas que desgraciadamente es un tema muy presente en los medios de comunicación actualmente. De esta autora no había leído nada, aunque si había visto la película “Posdata: Te quiero” que por cierto me pareció bastante pastelosa y aburrida. Después de hacerlo he decidido que salvo que me vuelva loca no pienso darle otra oportunidad ni aunque me vaya la vida en ello.
Es difícil saber que segundo entre toda una vida de segundos es más especial . A menudo , cuando te das cuenta , de lo valiosos que son esos segundos , ya es demasiado tarde para capturarlos porque el momento ya pasó . Nos damos cuenta demasiado tarde .
Existe una línea muy fina entre el amor y el odio. El amor libera el alma, pero en el esfuerzo la puede asfixiar."
Todos nos perdemos en alguna ocasión, sea por decisión propia o debido a fuerzas que escapan a nuestro control. Cuando descubrimos lo que nuestra alma necesita aprender, el camino de vuelta se presenta por sí mismo.