Con el nombre de Madre Teresa de Calcuta, la albanesa Agnes Bojaxhiu es la mujer más conocida del mundo. Mística y práctica, ascética y verdadera manager, ha llegado a ser la protagonista universal de la caridad cristiana luego de una dolorosa maduración. A los dieciocho años ingresó a la orden irlandesa Nuestra Señora de Loreto con una precisa vocación misionera. Enviada a la India durante casi veinte años vivió una tranquila vida monacal, enseñando geografía y catecismo a las señoritas de buena familia del colegio Entally, en Calcuta. Pero cuando fue alcanzada por el grito de los últimos, como "una vocación en la vocación", no vacilo en dar el gran salto. Dejó las comodidades y la protección del convento para vestir el sari de las mujeres de más baja casta de la India y socorrer a los más pobres de los pobres. Fuera de los muros, en las calles y adentrándose en los bajos fondos del mundo, descubre el rostro de Cristo en los moribundos, en los leprosos, en los enfermos de sida, en los pequeños abandonados, en los seres humanos solos y desesperados. A través de una serie de testimonios directos y con la rapidez de la encuesta periodística, la autora reconstruye el singular caso de la "vida contracorriente" de la Madre Teresa, un "lápiz" con el que Dios continúa escribiendo su propia e inmensa debilidad amorosa por la humanidad de nuestro tiempo.