El comisario Knuts, en la quinta entrega de la serie, sobre la pista de una historia de venganza. Un campista aparece asesinado a balazos en una playa de la isla de Fårö. Se trata del constructor Peter Bovide, que acaba de iniciar sus vacaciones de verano junto a su familia. La única pista fehaciente que posee la subcomisaria Karin Jacobsson, quien está a cargo del caso mientras su jefe, Anders Knutas, sigue de vacaciones, es el arma con la que se perpetró el crimen: una pistola antigua utilizada por el Ejército soviético durante la Segunda Guerra Mundial. Las averiguaciones llevarán a la policía a desentrañar algunas irregularidades cometidas en la empresa de Bovide que empleaba a inmigrantes ilegales. Karin pronto intuirá que el asesinato podría estar relacionado con el caso nunca resuelto de la desaparición de una turista alemana muchos años atrás.
Novela negra entretenida pero con algo más. Aparece muerto un constructor y todo parece indicar que es un problema de dinero o de trabajadores ilegales, siempre la construcción y sus chanchullos aquí o en Suecia. Además de la investigación siguen avanzando las historias de los protagonistas y en esta novela descubrimos más cosas sobre ellos y sus historias. Las descripciones de los lugares y ambientes veraniegos hacen interesante conocer dónde se desarrolla la trama, aunque haya asesinatos. Lo mejor es el final, estoy seguro que a mucha gente no le habrá gustado, a mí me parece lo lógico y justo, da qué pensar y eso (pensar) es lo que hace más interesante la literatura.
Lindo libro. Como todos los libros de Jungstedt, tascurren en Gotland y en este caso con pasajes en la isla de Gotska Sandon. Lleva muy bien la lectura y las historias con capítulos cortos; aunque le falte tal vez cierta tensión y algunos puntos queden resueltos en forma demasiado sencilla. Recomendable, sobre todos como lectura de verano....