UN HOTEL EN NINGUNA PARTE

Una historia que me cautivó desde el principio porque creo que es un canto al optimismo, una lucha contra la soledad en la que a veces nos encontramos sin desearla y que nos ahoga. La narración, ayudada de la descripción, hace que directamente seas un huésped más en ese hotel que te dejará sin palabras y que llega a ser el refugio que muchas veces desearíamos para curar nuestras heridas. La historia está narrada de forma epistolar, algo de lo que suelo huir, pero que en este caso me resultó de lo más acertado porque te acerca a los personajes de una manera más íntima. Estos no tienen ningún desperdicio, conectas con todos desde el primer momento, no sólo con la protagonista precisamente porque se abrirán en canal ante tus ojos y, más de una vez, te verás refejad@. Una lectura para evadirte, para soñar que te dejará una sonrisa en los labios y con personajes que te contagiarán porque tienen vida propia.

Casi no leo novelas epistolares porque pienso que se pierden varios detalles al ser sólo cartas, emails o notas. Sin embargo las pocas que he leído me han gustado bastante y ésta no fue la excepción. Es la primera vez que leo a la autora y su pluma fue muy delicada al narrar. Aquí conocemos a Emma una violinista profesional que cuando su novio la termina pierde al mismo tiempo su trabajo y su casa. Decidida a empezar de nuevo acepta un empleo como mucama en un hotel que parece estar en medio de la nada. También conocemos a los hermanos Brooks. Samuel es el hermano mayor, después de un mal divorcio decide invertir en la propiedad de su familia para convertirlo en un hotel. Se ha vuelto muy solitario y por eso ha decidido alejarse de la ciudad en busca de tranquilidad. Tristán es todo lo contrario a su hermano, un joven divertido, lleno de vida que decidió acompañar a su hermano en esa aventura, su trabajo ahí le permite disfrutar de lo que más le gusta ligar y surfear. A través de emails Emma va relatando su vida en ese hotel tan especial a Anna su mejor amiga, del mismo modo leemos los emails un poco más serios de Samuel a su madre y como olvidar las divertidísimas respuestas de Tristán, que para mí fueron las mejores. Es una historia de personajes poco a poco vamos conociendo un poco más de cada uno, de su pasado, de lo que los llevó a ese lugar, la amistad que empiezan a entablar. El personaje de Emma me encantó vemos un desarrollo en ella, poco a poco va recuperando sonrisa, vuelve a sentir la música cuando pensaba que ya jamás iba a tocar. El sentido del humor de Tristán es maravilloso, fue mi personaje favorito. Samuel a pesar de su seriedad, es muy apasionado. Los personajes secundarios también son especiales, conocemos a un escritor que está pasando por un mal momento tanto personal como profesional, a un chef increíble que también tiene una banda de rock, un recepcionista que está todo el tiempo malhumorado, a una amistosa mucama y a su dulce hija. Algo que también me gustó mucho fue la manera en que al entrar a la vida de estos personajes Emma hizo un cambio en ellos, así como ellos en ella. La historia de amor se dio un poco rápido pero eso no me molesto porque fue muy tierna. Una historia sencilla, pero que al estar ambientada en un lugar tan mágico, se vuelve única y especial. Un lugar en medio de la nada donde se puede volver a iniciar, ahí la vida parece más sencilla, se vuelve más fácil sonreír y disfrutas de los pequeños detalles que muchas pasan desapercibidos. Una historia sobre seguir adelante, darle otra oportunidad a la felicidad y al amor. Se lee muy rápido, si buscar una novela bonita sin drama ésta es una buena opción.

De vez en cuando deberíamos obligarnos a leer a este tipo de autores, Monica Gutiérrez o similares, que hacen que te evadas un poco de la cotidianidad y te ayudan a coger aire para seguir peleando. Sus libros son todos muy parecidos, frescos ligeros, fáciles y rápidos de leer y sobre todo, lo más importante, que acaban bien..., cuando pasas la ultima página se te escapa un suspiro y dices aquello de...,”oh, que bonito”. En “Un hotel a ninguna parte”, Enma, nuestra protagonista, se queda el mismo día sin novio, ya que la deja por otra, sin trabajo, ya que pone en su lugar a su amante y, claro, por supuesto, sin casa, ya que vivían juntos. Después de un tiempo dando bandazos una amiga le ofrece un trabajo de camarera de habitación en un hotel idílico perdido en el bosque y allí encontrará la amistad y la esperanza que creía totalmente perdidas. Lo que más me gusta de esta escritora son “los paraísos “ que te ofrece en sus obras, ya sean en forma de librerías ( la librería del Sr. Livingston) o de hoteles. Es una novela de segundas oportunidades, para la gente que ha perdido toda esperanza en encontrar la felicidad. Recomendable para desconectar unas horitas! 🥰

Es una lectura con emociones bonitas y un hotel con encanto. "No importa qué clase de música esté sonando, lo importante es que esa música de alas al alma" Diciembre 2020

Una violinista que carga el peso de una mala relación pasada, llega a un hotel encantador, entre bosques, flores y mitos sobre hadas. Poco a poco la belleza del lugar la va absorbiendo hasta que se libera de su lastre y vuelve a tocar de nuevo, así como también se da la oportunidad de empezar una nueva relación.

Lectura amena, ligera, entretenida con la originalidad de que todo la historia se narra a través de emails. Esta bien para entremeter entre libros más densos. Sin ser un gran libro es entretenido y fácil de leer.