El 1 de septiembre, un joven médico anunció a Christiane Singer que sólo le quedaban seis meses de vida. El 1 de marzo, Christiane Singer cerró el cuaderno de a bordo de ese largo viaje. «El viaje –al menos ese viaje- ha terminado para mí. A partir de mañana, mejor aún, a partir de este instante, todo es nuevo. Prosigo mi camino. Mañana, como todos los días aquí y en todas partes, en esta vertiente o en otra, es el día de mi nacimiento.»