El estudio de la obra de Leibniz ofrece un interés especialísimo: en ella culmina el racionalismo del siglo XVIII, se abre a nuevas cuestiones e incorpora instituciones ajenas a las anteriores etapas. Pero, sobre todo, dicho racionalismo se problematiza, se vuelve sobre sí consciente de sus limitaciones y dificultades y de que hay más cuestiones que las que abarcn las fórmulas de Descartes y Spinoza.