TRANSITO

Memoria; infiel, esquiva, no digna de confianza, cambiante. Y otras lindezas. Muerte, segura, certera inevitable, pero no predeterminada, aunque, morir de algo, te libera de todas otras posibles formas de morir. Y según algunos, uno de los hechos, la muerte, no sus causas, mas placenteros para el hombre. Vida, es, esta, discurre, y también de manera aleatoria, súbitamente termina. Nuestro cerebro, tan incognoscible como la mas esquiva de las certezas , aunque cada vez estamos un pelín más cerca, el paso para lograrlo es lento y no tan seguro. Existe una interrelacion entre estos hechos, que se presenta en ocasiones determinadas, cuando un sujeto pareciese estar al borde de la muerte y es rescatafo, a veces por intervención humana, a veces espontáneamente. Dicha situación puede dejar una impronta memorística variable, o ninguna. A este fenómeno se le denomina Experiencia Cercana a la Muerte. No es universal, ni existen parámetros sólidos para establecer su presencia, menos aún para realizar estudios confiables al respecto. Lo cual no significa que no existan. Llamémosle investigación en proceso, o en pañales que sería más adecuado. Todo lo anterior trata de resolver una de las dudas mas angustiantes del ser humano…¿ Que hay más allá de la muerte? Lo que da pie a un mucho de especulación, un demasiado de religión y un exceso de charlatanería. De esto va la novela que nos ocupa. Una psicóloga, un médico Neurólogo y un Charlatán con hambre de grandeza realizan ciertos ejercicios tendientes a dilucidar la experiencia de pacientes que son susceptibles de haberla vivido, o bien terminan por inducir farmacológicamente un estado similar. En un entorno hospitalario…. Descontrolado, por mas de una razón. Obvio surge una polémica, el Señor Mandrake, insiste en demostrar que hay vida después de la muerte. Los médicos solo buscan claves para actuar eficazmente en casos de muertes inminentes. En base a estudiar y cotejar experiencias con análisis clínicos. Por supuesto no puede faltar el suspenso y la emotividad que aportan una niña con una cuasi condena de muerte. Un anciano profesor con Alzhaimer, un paciente comatoso y un sinfín de pacientes convenientemente aleccionados . Ese es el tema central… Pero. La cantidad de referencia, medicas( obviamente los nombres han sido cambiados para proteger a los inocentes) acerca de desastres, la últimas palabras de personajes famosos, literarias. Hacen de esta larguísima experiencia… mucho más que las millas acumuladas por el Titanic. Una interesante experiencia. Ficcionalizar el hecho no le quita el peso emocional, ominoso a la muerte. Pero si que me aporta un punto de vista más amplio y empatico , y orretear por un hospital intrincado, obsoleto y mal planificado en compañía de Joana Lander me mantiene en tensión, al igual que recorrer los vericuetos del cerebro humano, que no se sabe si algun dia se sabrá cuanto se pueda saber acerca de esta caja de Pandora del saber. Lástima que no haya película, sería ideal para la noche de picoteo, más que el “ Titanic” que aquí aparee y desaparece, parece que estuve a bordo de el al momento del desastre… de una cosa estoy seguro, No lo soñé… y si vi la luz.

Perfecto pese a tratar un tema espinoso.

Creo es el único libro de la Willis que aun me tiene indecisa entre si me gusta o no y ella figura entre mis autores preferidos. Va un poquito mas alla de la Experiencia Cercana a la Muerte