La obra de Esquilo no necesita comentarios pues basta decir de él que con sus tragedias (sólo siete se han salvado y figuran en este tomo) ha fundado definitivamente todo el teatro occidental, extendiéndose su poderosa influencia hasta nuestros mismos días. Sin Esquilo, el teatro habría tomado indudablemente otros rumbos imprevisibles, difíciles de imaginar. De los antiguos misterios dionisiacos -de los cuales se originaron sus tragedias- a Esquilo le ha quedado, ya que no la función, el aura sacerdotal del remoto vate, que no acompañará, después, ni a Sófocles ni a Eurípides, lo que le confiere el prestigio majestuoso que tuvo entre los antiguos y sigue conservando.
"Placentero será para ti, cuando la noche cubra la luz con su manto de estrellas y que el sol evapore el rocío del amanecer. Pero siempre te consumirá el dolor del tormento de continuo presente, pues aún no ha nacido el que ha de liberarte"
"Porque tu flor, el fulgor del fuego de donde nacen todas las artes, la robó y la entregó a los mortales. Preciso es que pague por este delito su pena a los dioses, para que aprenda a soportar el poder absoluto de Zeus y abandone su propensión a amar a los seres humanos"
Hay en sus sueños apariciones que le hacen sufrir, q sólo le traen una vaga alegría, pues cuando esta viendo lo que cree q es su bien, la visión se le escapa inmediatamente de entre los brazos, luego de haberse esfumado sin realidad en la compañía de los alados caminos del sueño
"Veces hay en que está bien que exista miedo, y debe morar de continuo, vigilante, en el alma. Es conveniente tener prudencia, cuando se es víctima de la angustia."