TOKIO BLUES

Tokio blues es una historia que no conmueve, en ocasiones sórdida, y otras veces trivial. Sus personajes son reales, pero sus peripecias no dejan de quedarse en una simpleza disimulada de lo ordinario, por ciertas alusiones a la cultura de una generación en la que los personajes no logran encajar del todo. Lo extraordinario no aparece, hay ausencia de emoción y trascendencia. Hay escenas y fragmentos interesantes, pero la novela en su conjunto no levantó ninguna emoción en mi, a pesar de algunas escenas eróticas empobrecidas por una vulgaridad amarga.

Es un libro que te zambulle en la melancolía y soledad de su personaje principal, Watanabe y de la de todos los personajes a quienes ama, quienes están envueltos en un manto de locura y depresión, salvo Midori cuya locura, no exenta de problemas, es alegre y de hecho, significa un punto de inflexión para el protagonista. Yo diría que este primer libro de Murakami que leo, está narrado poéticamente y es difícil dejar de leerlo, pese a que la depresión y soledad de los personajes puede envolverte sin compasión. Y solo por ser tan insondablemente triste y haberme contagiado ese sentimiento es que le bajo una estrella. Aunque seguramente se la debería subir, porque solo un artista que te haga sentir, lo que sea, de una manera tan fuerte y personal, debe ser considerado un artista.

“Tokio blues” es un libro entrañable, con personajes conflictivos, bien definidos, y una historia donde la nostalgia y el drama personal va y viene como las olas de un océano tormentoso. Sin embargo, al final del túnel, cada uno encuentra su luz y su esperanza. Una novela de la adolescencia, con todo y sus inquietudes, sobresaltos, melancolías, donde la muerte y la vida tienden una red que seduce inquieta y atrapa, y reconforta. Una novela excelente.*****

Este hermoso libro me regreso a mi juventud y me hizo llorar, excelente libro Murakami.

Sí, pero... Por ahora descanso de Murakami

¡ Maravilloso ! Desde el inicio supe que este libro me iba a gustar mucho y no me equivocaba. Aunque la historia en sí está cargada de melancolía, llegue a sentir empatia por los personajes y hubo diálogos que me parecieron divertidos. Ha conseguido engancharme de principio a fin, sin hacerse pesado en ningún momento.

Me gustan mucho los libros de Murakami pero este por más que lo intenté no me atrapó. Sentí que el 80% de las paginas solo hablaban de sexo. Y a pesar de que Haruki tiene una manera especial de narrar situaciones sexuales, esta vez creo que se excedió demasiado. Además la historia no supo realmente atraparme. Es el primer libro de Murakami que no me gusta pero aún así, sigue siendo uno de mis autores favoritos.

En mi humilde opinión este libro rebasa la delgada línea que existe entre lo erotico y lo obsceno. La historia no me parece mala, sin embargo soy de la opinión de que los escritores que utlizan un lenguaje tan explícito en las "escenas de sexo", lo hacen más por vender que por crear una obra de arte. Creo que su éxito es más por moda que por su valor litetario. Al leer un libro siempre espero que me deje algo, en este caso lo que me dejó fue un mal sabor de boca.