Un muchacho decide huir de México, en compañía de un amigo. Le espera, en tierras fronterizas con Texas, un mundo marcado por la violencia y la miseria. Una de las voces más potentes de la actual narrativa norteamericana en una novela de fuerte ambientación.
Cormac McCarthy, reconocido por su vena sangrienta y desoladora, pretende incursionar, en el género romántico con esta novela, En la cual narra un amor imposible entre un Chico Texano y una hija de un Hacendado Mexicano ( John Grady , Alejandra ), Como siempre la literatura de McCarthy se apoya en su magnifica capacidad descriptiva y la forma en que introduce al lector en las historias, haciendo sentir como algo vivo y palpitante su escritura, Aunque con cierto éxito toca las fibras del corazón con el romance, no puede desprenderse de la violencia física, emocional, verbal que es su mayor impronta literaria, Menos conmocionado con esta novela, que con otros trabajos del autor, ( la Carretera, El guardian del Vergel, Meridiano de Sangre) pero igual de complacido . Por cierto, forma parte de la llamada trilogía de la frontera. La película, una vez más , muy alejada del trabajo literario, al cual recorta, suprimiendo partes esenciales para la comprensión y apreciación de la labor del escritor
En esta ocasión a Cormac Machtarty le entra la vena lírica y sin renunciar a su estilo habitúal nos muestra también una bella historia de amor imposible y refleja como nadie el México Profundo y los valores del vaquero y los de la amistad y la solidaridad
Un wéstern muy onírico..! Con pasajes que son prosa poética. A veces violento y a veces romántico..! Hermoso. Me gustó mucho. Diálogos intensos..!
En ocasiones trascendental, mágico y épico, en otras excesivamente descriptivo. Cormac McCarthy consigue crear bellas imágenes e hilar una historia que avanza en torno a las aventuras y desventuras de su personaje principal John Grady Cole y la figura del caballo, como animal sagrado, al más puro estilo de un western contemporáneo.
Al final todos llegamos a curarnos de nuestros sentimientos. Aquellos a quienes no cura la vida, les curará la muerte.
Salió a la pradera y se quedó con el sombrero en la mano como suplicando a la oscuridad que los envolvía a todos, y así permaneció durante mucho rato.
Las cicatrices tienen el extraño poder de recordarnos que nuestro pasado es real. Los sucesos que las causan no se pueden olvidar nunca,
Sólo hay una verdad, dijo John Grady. La verdad es lo que ocurrió. No es lo que sale de la boca de alguien.
No olían a caballo. Olían a lo que eran, animales salvajes. Sujetaba la cara del caballo contra su pecho y podía sentir en la parte inferior de sus muslos palpitar la sangre a través de las arterias y el miedo...
Cabalgaron a lo largo de la cerca y a través de los pastos abiertos. El cuero crujía bajo el frío de la madrugada. Pusieron los caballos a medio galope. Las luces quedaron atrás. Cabalgaron hasta la pradera alta, donde retrasaron los caballos al paso mientras las estrellas pululaban a su alrededor desde la negrura. En aquella noche desierta oyeron en alguna parte el tañido de una campana que cesó donde no había campanas y cabalgaron sobre el redondo dosel de la tierra que era lo único oscuro, sin ninguna luz, y que llevaba sus figuras y las acercaba al enjambre de estrellas de modo que no cabalgaban debajo sino entre ellas y cabalgaban con arrogancia y circunspección a la vez, como ladrones recién liberados en aquella oscuridad eléctrica, como jóvenes ladrones en un vergel res-plandeciente, con chaquetas sueltas contra el frío y diez mil mundos para elegir.