El joven James es ahora un veterinario recién casado y vive con entusiasmo y sorpresa las peripecias que le depara cada día el ejercicio de su profesión como veterinario rural. Este libro, repleto de humorismo, como el primero, es un canto a la vida, al paisaje verde de las tierras altas Yorkshire, al norte de Inglaterra, y en definitiva a todos los seres vivos.
Este libro, al igual que otros que leí de este autor, son un remanso de paz para el corazón. No tiene hada que ver con las novelas que cuentas historias de personas que te dejan encogido el corazón y te hacen lamentar la condición humana. Las novelas de este autor que trabajó en la vida real como veterinario son un canto a la naturaleza, te hace partícipe de sus conocimientos y experiencias y retrata a los personajes del mundo rural con cariño y realismo. Recomiendo su lectura. Me han dicho que hay una serie muy bonita basada en las historias que cuenta este novelista.