Vida y milagros de una cajera que no da crédito ¿Qué haces cuando te encuentras al desgraciao de tu marido con otra? Pues mandarle a paseo, eso lo primero, luego ponerte a llorar pero lo justo, que el tipo no lo merece, y después, hincharte a reír. Reír que no falte. Y eso es lo que cuenta este libro: la historia de Puri, una cajera que también es madre y que le echa un par para salir adelante, y las delirantes historias que va encontrando en su nueva vida: ligones italianos, jefes de bofetón, ecuatorianas rumberas, karaokes que acaban en borracheras indecentes... Una divertidísima historia contada con mucho humor, una pizca de ternura y mucha mala leche. Eso, que tampoco falte.
Los vecinos de mi escalera no descendían del mono. Ellos se habían quedado en el mono. Si Darwin hubiera venido a una reunión de mis vecinos, habría salido con material para diez libros"
En esta etapa de mi vida, no tenía ninguna intención de llenar los vacíos afectivos de mi independencia con los vacíos del sexo sin compromiso.
Yo por eso me rijo por una sola cosa: hay que preocuparse cuando sucedan las cosas, porque vivir angustiada « por si acaso» no tiene ningún sentido
Me siento bendecida por el poderoso y a la vez cruel don de ser consciente de lo valioso de cada segundo de este tiempo de azúcar y sal que se escurre entre mis dedos.
El guion de la vida tiene tramas más complejas que el de la ficción y diálogos mucho más pobres.
No teníamos hijos. No teníamos prisa. No teníamos horizontes. Teníamos la vida por delante. Fui lo suficientemente feliz como para recordar que una vez, en algún momento, fui feliz.