TASTARABÁS. LAS CRÓNICAS DE ELAURIN: LA ISLA DEL DURMIENTE

Debo admitir que no sabía que esperar con esta primera parte. Y es que LA ISLA DURMIENTE no deja de ser la que abre y por tanto es introductoria. ¿Me ha afectado en algo? La realidad es que no. Agradezco enormemente como se ha jugado con un pasado que se va metiendo poco a poco, anécdotas y momentos que son de vital importancia para así dar lógica a lo que nos ocupa. Quizá mi único problema es que como ya lo dije, tengo mala memoria, así que los personajes que han ido apareciendo, los que han sido secundarios se me iban olvidando y los que eran más constantes fueron los que han quedado en mi. Lo maravilloso de esta obra es que la luz y la oscuridad se van debatiendo, pero no como enemigas naturales, sino como parte del todo. Es más bien la avaricia, el odio lo que hace a un enemigo silencios que espera, que pone en marcha su propio plan para chafar a nuestro grupo, aunque quizá hay dos más que se pueden ir añadiendo. Nuestro bando, el de aquel que ha despertado y lo que está a la expectativa por salirse con la suya. No tuve momento de soltar la obra, la realidad es que a pesar de mi estado de animo cada noche llegaba a leer un poco. Eso sí, advierto aquí y ahora que los capítulos son largos, pero vienen divididos en pequeños epílogos que te dan tiempo a tomar el respiro necesario, pues lo que enfrentamos es adrenalina pura, y ese final... solo diré que necesito saber que más ocurre. Antonio Domínguez González es una pluma que francamente me ha dejado sin palabras, es detallista sin ser recargado, juega sus cartas de forma astuta y por el momento me tiene interesada, así que... seguro que continuo con la serie. ¡Feliz lectura!

"Este primer libro de la saga, "La Isla del Durmiente", como en realidad todos los de la saga, trata de la esperanza ante la adversidad, de la hermandad entre los seres de buena voluntad en aras de un bien común, luchando contra la tiranía, el horror y la crueldad del déspota. Trata del despertar a la vida, de las ilusiones y anhelos de unos seres que comienzan a florecer, a sentir la llama del amor nacer en sus corazones. Trata de la tierra como hogar hospitalario, como útero acogedor, como madre paciente y abnegada. Trata de los elementos, donde leyendas inventadas les harán reverencia, por ser lo que somos, y lo que somos ser ellos. Trata de los miedos y los traumas irracionales, de la lucha por vencer aquello que nos incapacita de forma ilógica. Trata de la amistad incondicional, de los lazos más allá de la sangre, trata de la empatía ante el sufrimiento, del dolor por el dolor, de sentir, en definitiva, amor hacia nuestros semejantes, y mucho más lejos, hacia todas las almas de la creación, y más, a cada objeto inanimado, por insignificante y efímero que sea. Trata del gozo de lo banal, del disfrute de lo nimio, de los pequeños detalles, de los roces etéreos que nos llegan a las entrañas. Trata de historia y mitología, trata de leyendas y narraciones a pie de hoguera, de cuentos de trovadores y susurros llevados por el viento. Trata de estas y muchas otras cosas, muchas más. Vestidas con la piel de la fantasía, camufladas, escondidas en cada renglón, agazapadas a la espera de ser entendidas, de ser valoradas. Como lo son, y ahora pronto lo será "La Isla del Durmiente"