El viaje en el tiempo , la doctora del siglo XX Claire Randall y su esposo, el guerrero escocés del siglo XVIII. Mientras Brianna Fraser Randall está a punto de ver realizados sus deseos en compañía de su amado Roger, la vida de sus padres, Jamie Fraser y Claire Randall, continúa en pleno siglo XVIII. Tras su huida de Escocia y su llegada al Caribe, Jamie y Claire deciden embarcarse rumbo a las colonias americanas en busca de una nueva vida. En su ansia de libertad, se dirigen hacia las montañas de Carolina del Norte, el único refugio seguro para alquien que procede de las Tierras Altas escocesas. Allí, finalmente, y a pesar de los riesgos que suponen los animales salvajes, los indios y el fantasma de la hambruna, los Fraser consiguen establecer un precario sistema de vida con la esperanza de que la inminente Revolución Americana no les alcance. Pero, como el paso de la Historia es inexorable y el peligro se cierne sobre la atribulada pareja, Brianna decide viajar al pasado, no sólo para reencontrarse con la madre que ha perdido y con el padre que no conoció, sino para salvar a ambos de un futuro que sólo ella es capaz de percibir.
Estos libros son increíbles, todos me han gustado de una manera sorprendente. Uno pensaría que con tantas páginas tendría capitulos aburridos pero no. Amo estos libros.
De la saga es uno de los más difíciles de terminar, junto con La Cruz Ardiente. No se si hay alguien más que piense como yo, pero en este libro siento que Diana Gabaldon se tornó muy pesada y repetitiva. Igualmente lo leí y lo terminé para poder continuar con el hilo de la historia de Jamie y Claire.
He empezado “Tambores de Otoño” con algo de miedo… más que nada porque cometí el grave error de ponerme a leer comentarios sobre el libro y algunos eran tan críticos que me temía bajar del pedestal a esta escritora. Particularmente si debe definir a los tres libros anteriores de la saga, se me viene a la cabeza siempre dos palabras: fuerza y temperamento, y me es grato decir como observación a este cuarto libro que ciertos cambios en los personajes están perfectamente contextualizados con esa “separación” de veinte años entre los acontecimientos de la historia original y la derivación de los viajes posteriores. Sin dar spoilers creo que la incorporación de Willie, el cambio de escenario y el traspaso parcial del protagonismo a Brianna y Roger son una manera de ir enlazando historias sin saturarla al centrarla sólo en Jamie y Claire, aunque sí marco como negativa la reiteración de “ciertos” actos violentos (y no digo más por no dar spoilers). Personalmente le doy un punto extra por la forma en que Gabaldón siembra nuevas expectativas y las incorpora a la historia como parte de un mundo general sin que queden como “agregados” a la historia, o parches con ese mote de “alarga-sagas” que a veces resulta tan frustrante; al igual que por la pulcritud de su redacción y equilibrio entre la narración argumental y las descripciones.
No se si es la edición que me tocó, pero se nota un descuido tremendo en esta, se confunde el narrador del diálogo, entre narradores y de personajes. Ya lo siento forzado y ese toque libre de la protagonista aquí se empieza a pintar de machismo.
—Tú eres mi valor, así como yo soy tu conciencia —susurró—. Tú eres micorazón y yo tu compasión. Solos no somos nada. ¿No lo sabes, Sassenach?
[ ] Roger era lo que su madrellamaba un celta negro, con la piel color oliva claro, el cabello negro, pestañas negras tupidas y los ojos, que uno esperaba de color azul, de un sorprendente verde profundo.
Yo seguía viviendo en dos planos diferentes. En el primero oía el susurro de sukilt, sentía la cálida humedad de su cuerpo, olía el aroma a almizcle que me hacía desear desnudarlo, apretar mi pecho al suyo, tirarlo entre las plantas y ponerme encima.
Se encontraron a mitad del camino y casi la levantó del suelo al abrazarla contanta fuerza como para romperle las costillas. La besó, se detuvo, la besó otra vez raspándola con la barba. Olía a jabón y a sudor y sabía a whisky escocés. Brianna no quería que se detuviera.
Aunque te conociera de toda la vida creo que siempre te amaría. Y a pesar de todas las veces que hemos hecho el amor, todavía me sorprendes, como esta noche