Super López se acerca a los problemas sociales. Si hace años me lo hubiesen dicho no me lo habría creído, me refiero al tema de este nuevo volumen del mejor superhéroe español, no a la existencia del "botellón", por supuesto. Lo cierto es que Jan ha ido madurando sus guiones a lo largo de estos años ganando inteligencia tanto en narrativa como en humor. Esperamos que siga subiendo alto, muy alto y Super López no deje nunca de provocarnos, como poco, una mera sonrisa.