Cada cuento, de modo poético y sutil, focaliza en un color. Los nombres de los personajes, los elementos, los contextos y los sentimientos que se desprenden de la lectura se relacionan con ese tono. Así, la autora va creando un universo de juego y potencia la imaginación y la fantasía. En el cuento ROJO, un diablo se enamora de la más hermosa de las vendedoras de manzanas del Mercado de las Rosas. Pero para que su amor se concrete tendrá que recibir por respuesta solo tres "Sí" de la encantadora muchacha. "Solo tres Sí", ni una palabra más, ni una menos. En BLANCO, a la hora de los cuentos, un abuelo esquimal relata historias a sus nietos. Y la noche se llena de luna, luna del oso, luna entera, luna de lobo y luna muerta. Porque así es como se suceden las lunas en el cielo. Y luego se suceden tres relatos más, cada uno teñido de un color y de emociones intensas.
Muchas veces, siendo lectores adultos, subestimamos los libros infantiles alegando que se limitan al uso didáctico, como el aprendizaje de números, colores y animales para los más pequeños y la exploración de sentimientos como la alegría, la tristeza o el miedo, o los recurrentes valores como la amistad, el respeto y la solidaridad en el caso de lectores no tan pequeños. A veces, simplemente, ignoramos el hecho de que algunos nos ofrecen un chapuzón a una prosa ingeniosa, fresca y llena de poesía, dispuesta a sacarnos una sonrisa con el solo pasar de página. Sucedió en colores es un libro que reúne cinco peculiares cuentos que se vinculan entre sí porque sus argumentos se desarrollan en concordancia al color que les da nombre. Es así como nos encontramos con Rojo, Blanco, Amarillo, Verde y Negro y ninguno se toma el atrevimiento de saltarse a la página del otro. Es un libro breve como un suspiro, cuya edición cuenta con una tipografía de gran tamaño y un espaciado generoso que, sumado al ágil relato, se puede leer de una sola sentada sin inconvenientes de mezclar cuentos y crear nuevos colores, ya que cada relato individual constituye un universo particular, muy distantes unos de otros, con personajes, sensaciones y atmósferas únicas e irrepetibles a lo largo del libro. Casi sin necesidad de mencionar a los colores por sus nombres, Bodoc hace de un juego de palabras, una fiesta de colores y un estallido visual. Cada color evocado juega con su concepción cultural y plantea entre líneas el mensaje de cada cuento, así encontraremos una roja pasión, una verde esperanza o un oscuro y lúgubre futuro. No hace falta que delate el título del cuento, pero sabemos a dónde nos lleva un diablillo enamorado de una vendedora de manzanas; un emperador oriental que adora las siestas, ésas que "huelen a papeles envejecidos y zumban como abejas", para que una recurrente pesadilla lo ponga en conflicto con el sol y un grupo de girasoles o, mi favorito, por su gran carga reflexiva, que nos pone en frente un deshollinador que abre la puerta de su casa para encontrarse con una mujer vestida de luto. Liliana piensa en colores. Su prosa es un lienzo donde los colores invitan a la creatividad. Juega con el origen de las cosas (como cuando busca una explicación a las fases de la luna) y a veces con los estereotipos, pero lo que se puede evidenciar sin lugar a dudas es que es imposible desprender a Liliana del contenido legendario, mítico, ni siquiera en un libro de cuentos infantiles, y doy gracias por ello. Sus palabras son ingredientes mágicos que al final del día completan la fórmula perfecta para cualquier alma lectora que busca sentido en un trozo de papel. En esta nueva edición de Alfaguara hay un pequeño apartado en donde la autora nos cuenta un poco más sobre la inspiración del libro. Y vale decir que sucede algo similar con los pequeños esquimales de "Blanco" que descubren el origen de las fases de la luna cuando su abuelo les cuenta una vieja leyenda protagonizada por un oso y un lobo. Luego de conocer algunos secretos de los que ni siquiera sospechábamos, volvemos a sostener el libro en nuestras manos pero con un nuevo sentimiento, luego de descubrir que hay mucha infancia, muchos recuerdos y mucho corazón de Liliana en él. PUEDEN ENCONTRAR MÁS RESEÑAS EN: http://www.weareinwinterland.com
Lo confieso: no puedo ser imparcial si se trata de Bodoc. Amo leerla y amo la forma sutil en la que lustra las palabras con poesía. "Sucedió en colores" es un libro de cuentos cortos, cortísimos pero con el espacio suficiente para contar una buena historia y pincelar belleza. Hay un gran logro en Bodoc, como también lo hay en los escritores que escriben literatura infantil sin contagiarse de la simplificación a la que hay que someterse con cuidado para hacer accesible el escrito. Bodoc logra bellas historias con el agregado del juego de los colores perdidos entre los renglones (linda actividad para los chicos, buscar esas referencias) y cn personajes que invitan al debate y a la reflexión. Rojo, Blanco, Amarillo, Verde y Rojo. Una pena no tener a Liliana entre nosotros para que esos colores hubieran sido más.