SUAVE ES LA NOCHE

Me resulta muy difícil dar una opinión sobre esta novela. Hace tiempo que vengo evadiendo esta reseña. Ya leí y reseñe otros libros del autor, como El gran Gatsby o Hermosos y malditos, y sigo pensando que Fitzgerald por sobre todo logra retratar una clase social, predominantemente americana y privilegiada, en una época muy particular como fue los años 20. En esto reside fundamentalmente el valor de su obra. Es abrir una ventana con vista a cien años atrás, y lo hace muy bien, podemos ser casi testigos. Tiene una prosa en mi opinión elegante y en el caso de Suave es la noche, particularmente refinada pero a su vez fresca, arriesgaría a decir que es la mejor escrita de las tres que he leído. Si bien debo reconocer que el comienzo puede hacerse algo tedioso, pero luego repunta rápidamente. Todas las novelas de este autor tienen un tinte autobriográfico, pero también en esto Suave es la noche es la ganadora, esta novela gira alrededor de un matrimonio donde uno de sus miembros padece una enfermedad mental. Creo que el sufrimiento y por sobre todo la decadencia que describe de este vínculo es real, y es por esto que convence al lector. Dicho todo esto, creo que lo más valioso de esta novela es que Fitzgerald logra que al final del libro deteste a los personajes que al principio plantea como encantadores y me amigue con aquellos a los que expone en principio como patéticos o malvados. Puede no parecer tan relevante, pero valore mucho este aspecto de la novela, primero porque no es tan frecuente, y segundo porque me recordó que debo estar atenta a mis propios prejuicios, los personajes son reales y complejos, y en todos sus grises nos llevan a la reflexión. “Los buenos modales equivalen a reconocer que todo el mundo es tan delicado que se le tiene que tratar con guante blanco. Pero el respeto a los demás es otra cosa. A un hombre no se le puede llamar cobarde o mentiroso a la ligera, pero si uno se pasa la vida tratando de no herir los sentimientos de los demás y alimentando su vanidad, acaba por no saber qué es lo que debe respetar en ellos.”

“Suave es la noche” es la historia del ascenso y caída de Dick Diver, un joven y prometedor psicoanalista, y su mujer, Nicole, quien al mismo tiempo era una de sus pacientes”. Esa es la síntesis de esta novela, del escritor norteamericano Francis Scott Fitzgerald, uno de los máximos representantes de la Generación Perdida del siglo XX. La historia narra aspectos biográficos de su autor, quien se ocupa de relatar los avatares de una vida -la suya- en las postrimerías de su decadencia. Su relación con Nicole, sus crisis, la posibilidad siempre presente del fracaso, imprecisa como la luz crepuscular de una tarde en la playa. Una novela irresistible por sus atormentados personajes, aparentemente conformes y fuertes, que surcan estas páginas como una premonición destructiva, nostálgica; cuando la opulenta vida, idealista, promete sin embargo días de falsa felicidad, insatisfacción y desgarrador final. Una novela cuya moraleja estremece el corazón. ****

Esta novela es un clasico y coincido con otro reseñadores que la principal virtud es que retrata una clase social de los años 20 , Sus 467 paginas por momentos se me hicieron tediosas , y si bien la prosa no esta mal ( estamos hablando de un escritor reconocido ) pero el problema con los clásicos es que dan demasiadas vueltas para contar la historia ( actualmente estamos acostumbrados a historias mas sintéticas ) Encare el libro por que Milena Busquet lo empezó a leer y en uno de los comentarios alguien escribió que. había sido el mejor libro que había leído en su vida. La curiosidad mato al gato . Podría tranquilamente haber prescindido de su lectura. Es solo un gusto personal.

SUAVE ES LA NOCHE - Francis Scott Fitzgerald Los felices años veinte. La Riviera francesa, París, Suiza, Viena... Un joven y atractivo psiquiatra y una rica heredera americana con un pasado trágico que daña su salud mental. Una joven actriz de Hollywood y otros secundarios que definen la escena. Una novela que atrapa, que poco a poco arrastra al interior de unos personajes en apariencia superficiales. Frases perfectas que van entretejiendo una historia de celos, alcohol y decadencia en la que Fitzgerald parece querer pregonar su propio pozo sin fondo. “Y ahora tenía allí a aquella niña extraviada, apenas salvada del naufragio, que le ofrecía la esencia de todo un continente". Dick, lo define todo al decir "Mi amabilidad no es más que un truco del corazón". Y esa amabilidad, ese forzar ser perfecto en ayuda de los demás lo sumergirá en el abismo de su derrota. “Cuando tratamos de retroceder ante algo que nos causa dolor, parece que nos veamos obligados a recorrer de nuevo en sentido inverso el mismo camino que nos llevó hasta allí".

'Desde hace mucho tiempo que es usted la única muchacha que de verdad parece en flor.'