Tras resolver el misterio del asesino de su hermana, la inspectora Tracy Crosswhite retoma su labor policíaca. Le aguarda un nuevo caso en el norte de Seattle, donde se han sucedido varias muertes de chicas jóvenes en moteles baratos. Todas están conectadas entre sí y son obra de un mismo asesino. Las pistas escasean y el número de víctimas continúa en aumento cuando Tracy sitúa la clave de resolución del misterio en cierta investigación criminal ocurrida diez años atrás. Sin embargo, otros, incluido su superior, Johnny Nolasco, preferirían no seguir ese camino. ¿Por qué? Crosswhite necesitará dar con todas las respuestas si no quiere convertirse ella misma en la próxima víctima.
Segundo libro protagonizado por la inspectora de Seattle Tracy Crosswhite, en éste debe investigar los asesinatos de varias bailarinas en moteles, la situación de la escena del crimen y que todas las víctimas aparezcan de la misma manera atadas hace que la búsqueda de un nuevo asesino en serie comience, entre la inteligencia del asesino y las zancadillas de su jefe las cosas se ponen muy feas para nuestra protagonista que de nuevo cuenta con la ayuda de Dan O’Leary ahora su pareja. No llega al nivel de la primera novela que me gustó mucho más, para mí en éste la trama avanza demasiado lenta aunque se mantiene la intriga hasta el final.