Decimonovena entrega de Tintín, en la que Hergé aborda el tema del tráfico de esclavos. Gran protagonismo del capitán Haddock, con su habitual sarta de improperios (me ha encantado el de "especie de proyectil teledirigido" que le suelta al general Alcázar). Así mismo, no tienen desperdicio las viñetas en las que pierde los estribos del caballo en el que va montado y trata de recuperar la posición. Como siempre, gran calidad en los dibujos. No me canso de leer los "tintines" una y otra vez.