SOSTIENE PEREIRA

Sostiene Pereira que quien cuenta su historia era el escritor italiano Antonio Tabucchi, quien se enamoró de Portugal y nos muestra a través de este libro la bellísima Lisboa con sus calles empinadas y su aire de otra época que corre por sus plazas y conventos. Afirma Pereira que él es apenas un periodista encargado del suplemento cultural de un pequeño periódico lisboeta de circulación vespertina y que como único colaborador de este apéndice cultural se toma la libertad de traducir obras de escritores franceses del siglo XIX y escribir efemérides de autores aún vivos para no llegar tarde con la noticia cuando esto sucede. Cuenta Pereira que como responsable cultural de este periódico un día contrata como asistente a un muchacho joven que apenas cumple con su trabajo pero que le cae simpático y no acierta a saber por qué lo ayuda sabiendo que cada día más se meterá en problemas. Confirma Pereira que en el preámbulo de la Segunda Guerra Mundial y bajo la dictadura de Salazar es cada vez más difícil mantener la neutralidad política en Lisboa y que ese muchacho rebelde será su entrada a cuestionarse su papel como periodista cultural mientras en su entorno se vive un clima de creciente hostilidad. Sostiene Pereira que el corazón tiene sus razones para actuar y que la historia aquí narrada es un rico retrato de su vida (viudo, solitario, con problemas de salud), que hasta ahora miraba a su pasado y que ahora solo mira al futuro, dejando en nosotros los lectores una particular simpatía hacia su persona y la certeza de haber leído una novela muy bien escrita

Pereira , habla con la fotografía de su mujer muerta, escribe en la página cultural del diario El Lisboa en un tiempo políticamente revuelto, pero él siempre es políticamente correcto, hasta que conoce a Monteiro Rossi quien le mueve algo, despierta una faceta de la personalidad que Pereira no reconoce y el hombre gordo, viudo y sin amigos que solía ser comienza a mutar. Sólo eso diré de esta novela que tiene un interesante manejo del estilo narrativo, y que tiene la extensión justa para lo que quiere contar, desde mi puesto de vista mejora durante el transcurso del libro y Pereira es un personaje entrañable. Me gustó también el final del libro. Me hubiese gustado algo más de velocidad en el desarrollo de la trama, pero es un libro que probablemente necesita este ritmo para crear en forma adecuada la transformación del personaje.

Acabo de releer esta novela después de 20 años y me pareció aún mejor que la primera vez. Excelente!!!!!

“Sostiene Pererira”, como otras grandes obras plantea un dilema moral y político: ¿Cuál debería ser nuestra actitud frente a los hechos que suceden pero que nadie denuncia? ¿Deberíamos tomar partido en un contexto político convulso y crítico? Pereira es un periodista, ya mayor, encargado del suplemento cultural del “Lisboa”, un periódico vespertino pequeño de Portugal; aunque años atrás fue cronista parece ser que he decidido vivir en una especie de campana de cristal, las cosas que suceden a su alrededor no le llaman la atención y solo vive anclado en el pasado viviendo en un apatía que puede resultar, realmente, desesperante; sin embargo al conocer al joven Monteiro Rossi, su forma de vida entra en conflicto, sus valores se cuestionan y poco a poco va involucrándose con la causa que va en contra de la dictadura de Salazar y los regímenes políticos nefastos de la Europa de 1938: Franco en España; Mussolini en Italia, Hitler en Alemania. Esta es una novela que asume un compromiso político, pero también un compromiso literario ya que está narrada estupendamente, sabe introducir al lector en la trama narrativa y logra hacer de Pereira un personaje entrañable.

Entretenido. Al principio no me iba gustando mucho, pero mientras avanzaba la historia se ponía más interesante.

Viudo, cardiópata e infeliz son los adjetivos que usa el propio Tabucchi para hablar del tierno Pereira. Un hombre apolítico y católico que vivió en una época tam convulsa políticamente que tuvo que apartar la mirada de ella... hasta que no le quedó otro remedio que fijar su atención. La rutinaria vida del editor del Lisboa transcurre entre limonadas dulces y omelettes a las finas hierbas,contando con pocas interrupciones hasta la llegada de Monteiro Rossi, filosofo y activista político.Una historia nostálgica y tierna en la y represiva Portugal de Salazar, teniendo como eco la Guerra Civil Española.

El libro va ganando a medida que avanza la lectura. Humor sutil, paisajes portugueses, influencias europeas con el trasfondo de la guerra civil española, el auge del fascismo y la sombra de la censura.

Sostiene Pereira,sostiene la libertad, sostiene los ideales dormidos, sostiene la dignidad, sostiene lo humano. Ha leerlo lo sostengo!