SOLDADOS DE SALAMINA

Cercas nos cuenta en este libro un episodio de la vida del falangista Sánchez Mazas, padre del escritor Sánchez Ferlosio. Ese episodio es el momento en el que escapó de su fusilamiento al final de la Guerra Civil. A través de 7n detalle que le cuenta su hijo en una entrevista se pregunta qué pudo pasar para que el soldado republicano que lo encontró tras fugarse no lo delatara. Esta es la búsqueda del protagonista anónimo.

Esta maravilla de libro, nos cuenta la historia de un héroe anónimo y sobre todo nos pregunta, ¿Que es ser un héroe?. No hace mucho tiempo, vi la película de David Trueba (Soldados de Salamina, realizada en 2002), se parece como un huevo a una castaña, la verdad es que me aburrió un montón. Pero entres sus imágenes creí ver el campo de concentración de Argelés-sur-Mer (aunque no dice su nombre), lo que me animo a conseguir el libro y leer esta preciosa historia (si aparece el nombre en el libro, aunque no cuenta mucho más). Lo dicho un gran libro, es verdad que a mitad del libro baja un poquito, ya que se centra en el personaje de Rafael Sánchez-Mazas (el cual no me interesa nada), pero después volvemos a la historia principal y viene sin duda sus mejores páginas.

En la novela "Soldados de Salamina", de Javier Cercas, publicada en el año 2001 y dividida en tres partes, se pueden apreciar ciertos elementos que la componen y que son los que le otorgan un significado sobre la memoria y por qué no el olvido. En la primera parte llamada “Los amigos del bosque”; se describe el proceso de investigación para escribir la novela o, más exactamente el proceso de “corroborar la autenticidad del relato de Sánchez Mazas”. El narrador, Javier Cercas, al realizar una entrevista al escritor Rafael Sánchez Ferlosio, se entera de cómo el padre del mismo, a finales de la guerra civil sobrevivió a un fusilamiento en Collell. En la segunda parte, “Soldados de Salamina”, el relato se centra en la vida del escritor y fundador de la falange Rafael Sánchez Mazas, las circunstancias alrededor de su fusilamiento frustrado y cómo un miliciano le perdona la vida. Finalmente, en la tercera parte “Cita en Stockton” sigue con la estructura de investigación, pero ahora se trata de la búsqueda de la identidad del miliciano que dejó vivir a Sánchez Mazas, se lleva a cabo también una discusión sobre el tema de la memoria y los héroes. Cada parte de la obra conforma un todo en el cual se entrelazan las diferentes vivencias de cada uno de los personajes que la historia nos presenta: cada uno de ellos cuenta un relato de memoria, de olvido, de transición y cada uno aporta sobre la historia y sobre el trauma que dejó la guerra civil, una mirada propia e íntima. Se podría pensar que el autor usa la ficción para tratar de recuperar esa idea de trauma, desde una posición de recuperación de lo vivido, de otorgar voz e importancia a un hecho, a un pasado que la misma sociedad, a través del silencio, trató de sepultar.  Podemos tomar esta novela como una simple ficción, o la podemos ver como un discurso que da cuenta de las condiciones del contexto social que se vivió tras la victoria de Franco, de la subjetividad social e individual de una España herida. Aun como una manera de inmortalizar historias de sujetos olvidados. 

Una buena lección de historia en la que ves qur la guerra la hacen las personas, y son esas mismas personas las que le ponen freno. El pasado no siempre sella heridas, en ocasiones las hace más hondas. Con las últimas páginas, admito que me he encariñado con Miralles.

Este libro despierta sentimientos contradictorios en mi...Me parece una lectura interesante porque el tema de la Guerra Civil me interesa (valga la redundancia) bastante, aunque también pienso que si no te interesa el tema en particular es muy posible que el libro no te guste o incluso te parezca un coñazo...Por otro lado, lo encuentro demasiado "politizado" y a mi, que no comulgo con ninguna ideología política, me repele un poco cuando intentan venderme una...Rafael Sánchez Mazas escapó milagrosamente de un fusilamiento pero no ha podido escapar de este fusilamiento literario a manos de Javier Cercas. Aún así, como decía, el libro no carece de interés y tiene sus buenos momentos.

Lindo libro, muy interesante. Me encantan los temas que me hacen aprender!!. Corto, ágil, entretenido. Pero para mi gusto dio demasiadas vueltas para llegar al desenlace. De todas formas merece ser leído!

Una obra con un arranque y un final brillantes, que decae en la parte central y sin embargo, de las que te dejan la sensación de haber leído algo contundente. De los 3 personajes importantes del libro (incluyendo al propio autor), creo que el verdadero protagonista es el último en aparecer y del que menos se habla (o mejor dicho, el último en tener nombre y apellidos). Pero aún no estoy seguro...

Es la segunda vez que leo esta novela de Cercas. Ya me gustó en la primera ocasión. Creo que la he disfrutado más si cabe en la segunda. Javier Cercas hace una novela asequible, con una manera de narrar clara y adictiva, y con un trasfondo complejo, lleno de dilemas y preguntas interesantes. Construye una historia verosímil y llena de sucesos y personajes reales, en los que añade o modifica elementos para montar una novela redonda. A raíz de una entrevista anodina conoce la anécdota del fusilamiento frustrado y posterior fuga de Rafael Sánchez Mazas, fundador de Falange, a finales de la Guerra Civil. Poco a poco se obsesiona con el suceso, los protagonistas y el contexto. La historia le llama. Además, lleva años intentando retomar su profesión de escritor, pero está en una sequía creativa. Acabará investigando la historia y buscando a los protagonistas. Así pues, tenemos la historia (ficticia) del propio escritor, los testimonios de la gente del bosque que ayudaron a Mazas… pero hay muchas preguntas que hacerse: dilemas, transposiciones, dudas que no sólo le obsesionan al protagonista y autor de la novela. También al lector. ¿Qué pasa por la cabeza del miliciano que descubre a Mazas y no hace nada por detenerlo o ejecutarlo? La responsabilidad de Mazas en la inestabilidad política del país y consecuente régimen fascista por parte de Franco ¿le hace merecedor o no de su fusilamiento? Dice una parte de la novela: […] José Antonio Primo de Rivera, que siempre andaba rodeado de poetas, había dicho que «a los pueblos no los han movido nunca más que los poetas». La primera afirmación es una estupidez; la segunda no: es verdad que las guerras se hacen por dinero, que es poder, pero los jóvenes parten al frente y matan y se hacen matar por palabras, que son poesía, y por eso son los poetas los que siempre ganan las guerras, y por eso Sánchez Mazas, que estuvo siempre al lado de José Antonio y desde ese lugar de privilegio supo urdir una violenta poesía patriótica de sacrificio y yugos y flechas y gritos de rigor que inflamó la imaginación de centenares de miles de jóvenes y acabó mandándolos al matadero, es más responsable de la victoria de las armas franquistas que todas las ineptas maniobras militares de aquel general decimonónico que fue Francisco Franco. Yo había sabido —pero no había entendido y me intrigaba— que, al terminar la guerra que había contribuido como casi nadie a encender, Franco nombró a Sánchez Mazas ministro del primer gobierno de la Victoria, pero al cabo de muy poco tiempo le destituyó porque, según se contaba, ni siquiera asistía a las reuniones del consejo, y a partir de aquel momento abandonó casi por completo la política activa y, como si se sintiera satisfecho del régimen de pesadumbre que había ayudado a implantar en España y considerara que su trabajo había concluido, consagró sus últimos veinte años de vida a escribir, a dilapidar la herencia familiar y a entretener sus dilatados ocios con aficiones un poco extravagantes. Me intrigaba esa época final de retiro y displicencia, pero sobre todo los tres años de guerra, con su peripecia inextricable, su asombroso fusilamiento, su miliciano salvador y sus amigos del bosque […] Entre estos dilemas, entremezclado con una investigación que empieza a dar sus frutos, el protagonista acaba escribiendo y reconstruyendo el libro que narra la historia de Sánchez Mazas y sus amigos del bosque: “Soldados de Salamina”, la segunda parte de la novela que es totalmente diferente al resto. En ella descubrimos todo lo que Cercas ha recreado sobre la vida de Mazas, su personalidad, logros y fracasos, y sus devenires durante y después de la Guerra. Y por último tenemos la tercera parte. Como dice su protagonista, a la novela le falta algo. El contrapeso, el espejo donde mirarse, el otro bando. Y gracias a su amigo, el escritor chileno Roberto Bolaño, nos descubre a Miralles. Un miliciano que estuvo siete años luchando, encadenando una guerra tras otra: primero en la Guerra Civil y después en la Segunda Guerra Mundial, en la brigada internacional. José Antonio Primo de Rivera repetía como si fuera suya: «A última hora siempre ha sido un pelotón de soldados el que ha salvado la civilización». La historia de Miralles es el contrapunto de todo. Su lucha, su fuerza, sus recuerdos, la rabia de sus amigos, familia y su propia vida ya perdidas para siempre, la resignación… Todo él es el resumen de la cita anterior. Y Cercas lo sabe. Y lo admira. E imagina cambios de su vida, cerca de él. Y retomar, de nuevo, el gusto de vivir. Una novela intensa e irrepetible. Al igual que su película.