México ha sido observado desde muchas aguas y a través de muchos reflejos: mitos, culturas, épocas, territorios, paisajes, pero es sólo en la literatura donde las sutiles sensualidades de la comida logran hermanarse con complejas cosmovisiones y gestas prehispánicas, donde la añoranza de una tierra idílica voltea hacia la cotidianidad inverosímil y fatídica. Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Italo Calvino, Ray Bradbury, Margaret Atwood y D.H. Lawrence, entre muchos otros, dedicaron profusas páginas a construir ese reflejo que devela algo imposible de entender sin los ojos de otro.