Pocas personas presentan un perfil tan amplio así como una radiografía tan rica por la diversidad de colores que delinean su identidad, como Simón Pedro, el hijo de Jonás y hermano de Andrés, a quien Jesús le confió las llaves del Reino de los cielos. Llamado a ser discípulo... enviado como misionero... Esta maravillosa complementación motiva y enseña al cristiano del siglo XXI a aprender a vivir como discípulo de Jesús al mismo tiempo que misionero de su evangelio.