Sydney Sage es una alquimista, una de un grupo de seres humanos que se meten en la magia y sirven como puente del mundo de los humanos y los vampiros. Ellos protegen los secretos de los vampiros - y vidas humanas. En The Fiery Heart, Sydney arriesgó todo para seguir a su instinto, caminando una línea peligrosa para mantener sus sentimientos ocultos de los alquimistas. Ahora después de un evento que arrancó su mundo aparte, Sydney y Adrian luchan para recoger las piezas y encontrar su camino de regreso el uno al otro. Pero primero, ellos tienen que sobrevivir. Para Sydney, atrapada y rodeada de adversarios, la vida se convierte en una lucha diaria para aferrarse a su identidad y la memoria de aquellos que ama. Mientras tanto, Adrian se aferra a la esperanzafrente aquellos que le digan que Sydney es una causa perdida, pero la batalla resulta desalentadora mientras viejos demonios y nuevas tentaciones comienzan a apoderarse de él. . . . Sus peores temores ya son una realidad escalofriante, Sydney y Adrian se enfrentan a su hora más oscura en esta quinta entrega palpitante en el New York Times serie Bloodlines, donde cualquier cosa puede pasar.
No. Puede. Ser. Este sin duda alguna se ha convertido en mi libro favorito de toda la saga, ha sido un empezar y no parar hasta acabarlo, porque todos los temores se hicieron realidad, y el no saber cómo acabaría o cómo conseguirían lograr salir en lo que estaban metidos me hacía sufrir y seguir leyendo al mismo tiempo. Lastimosamente, en esta quinta entrega tenemos a un Adrian volviendo a caer en sus viejas costumbres, en una decadencia deprimente de él siendo un poco más arrastrado por el espíritu y sufriendo idas y venidas extremas en sus emociones. Lo vemos cayendo en un bucle auto destructivo que me dolía leer, ya que es mi personaje favorito. Y por otro lado tenemos a Sydney, siendo fuerte y manteniéndose sin doblegar por las situaciones por las que está pasando (cosas horribles), la vemos igualmente cómo siempre quiere ayudar a los demás, y eso hace que tema más por su vida porque podría meterse en peores problemas. Hay mucha acción, tristeza, planes, escapadas, torturas, y correr y más correr en «Silver shadows». Desde el inicio hasta el final es un no parar, primero porque siempre es necesario saber qué es lo siguiente y segundo, porque después inicia toda la acción, y eso hace que la adrenalina esté a mil y que el miedo por lo que le pueda pasar a todos mis personajes esté siempre presente. Entonces, cuando se cree que ya todo está un poco más en calma y que no habrá otro potencial problema gigante, obviamente aparece uno. Lo cual fue lo que hizo que agarrara inmediatamente el siguiente libro y lo empezara, porque no me podían dejar de esa manera, y... Bueno, amé absolutamente este libro.
Adrian y Sydney son de esa clase de personajes que se te meten con cariño en la piel porque la mezcla de locura, todos-contra-el-mundo, y aventuras termina ganándote. Esperé para leer este quinto libro precisamente para no tener que sufrir mientras terminaban el último. Sólo quiero hacer una apreciación ¿no les parece que VA y BLOODLINES fuero escritas por personas distintas? juro que no encuentro la línea de estilo entre ambos. Más allá de mi torpe curiosidad ahora a suspirar e ir al último libro... ♡ sinceramente te extranaré Adrian.