La lucha de un campesino pobre, de raza indígena e ignorante, Siervo Joya por obtener un pedazo de tierra. Es la lucha infructuosa de toda una vida por ser propietario de una parcela para cultivarla con independencia. Después de prestar el servicio militar, regresa al campo, en donde trabaja como arrendatario de una pequeña parcela, dedicado al cultivo de maíz, al tiempo que sirve como peón en un trapiche vecino. Siempre vive sometido a los terratenientes, los administradores y mayordomos.
Caballero Calderón hace una disección de las miserias de campesino colombiano, exponiendo la maldad de esa clase política y élite inmunda que todavía nos gobierna, cualquier colombiano que sepa del conflicto en el que vivimos entiende por qué obras como éstas son necesarias, incluso, si Germán Espinosa diga que pueden matarle a un niño las ganas de leer.
Siervo sin tierra es, sin duda alguna, una historia que refleja la trágica realidad del campesino colombiano, aun siendo un relato ubicado antes de mediados del siglo XX. Este libro que, aunque le puse una baja calificación, debería ser leído por aquellos interesados en conocer la historia de Colombia; aquellos interesados en adentrarse en nuestra realidad colombiana, la cual se encuentra aún dividida por el bipartidismo (antes liberal- conservador hoy izquierda-derecha) y que solo afecta a las clases y estratos más bajos. Mi justificación al ponerle tres estrellas y media, se debe principalmente a que se me hizo difícil conectar con la historia y los personajes, a lo cual debo de decir que simplemente es un falla de mi parte. De resto debo decir que es una historia ligera y fácil de comprender.
El pasado, el presente. El antes y el después de los campesinos colombianos está aquí. Refleja el tiempo actual.