El punto de partida es una situación hipotética: los seres humanos conocen la fecha de su muerte. Un habitante del cielo, Tobías Kaluga, en desacuerdo con esta norma, baja a la tierra con la misión de borrar de la memoria de una persona ese dato y comprobar si la nueva situación es más conveniente a la naturaleza humana. La novela plantea una serie de interrogantes: ¿qué significado tiene el sentimiento de pérdida y desorientación que tantas veces nos invade?, ¿por qué buscamos la inmortalidad a través del arte?, ¿por qué nos enamoramos?...