Los cristianos en el siglo XXI nos enfrentamos a dos tentaciones: encerrarnos en un gueto y asimilarnos a la sociedad hasta el punto de ser esclavos de una cultura casi del todo secularizada. Para no caer en ninguna de ellas hemos de estar con la gente y compartir sus problemas. Las reflexiones de Timothy Radcliffe, ciñéndose estrechamente a la vida, dan sentido a nuestro ser cristianos y nos hacen amar profunda y auténticamente a Dios y al mundo.