Ha transcurrido casi un año desde que Septimus descubrió quién era. Ahora, ya como aprendiz de la Maga Extraordinaria, Marcia Overstrand, practica todo tipo de conjuros y hechizos, mientras su hermana Jenna se acostumbra poco a poco a su nueva vida de princesa.Sin embargo, tras este escenario tan maravilloso se esconde una seria amenaza: Simon, el hermano mayor de los Heap, que en la primera parte traicionó a su familia para poder convertirse en aprendiz del mago extraordinario, no acepta a Septimus y quiere ocupar su lugar. En todo este tiempo, ha estado practicando la magia negra y ha conseguido un hechizo único: el Flyte, que le permite volar a una velocidad y con un poder immensos, y que según toda la comunidad mágica, había desaparecido porque el último alquimista lo había arrojado al horno.¿Quiere esto decir que el hechizo no se quemó? Si es así, ¿por qué lo ha conseguido Simon?
En esta segunda entrega de la saga, la aventura avanza mucho más rápido que en la primera, que era mucho más introductoria. Aquí septimus ya se está adentrando en los inescrutables mundos de la magia y todo lo que ello conlleva, conociendo mucho más las relaciones y sobre todo los rencores que se van entretejiendo en torno a los personajes, más concretamente a los heap, nuestra familia protagonista. Un detalle que me encanta de estos libros es que las portadas de los libros tienen forma de codex antiguo, relacionando los elementos con los acontecimientos importantes que suceden en el libro.