SEÑORA DE ROJO SOBRE FONDO GRIS

Este libro me permite reflexionar sobre lo que busco en un libro y es encontrarme con la voz de otra persona para atisbar dentro de su vida y de sus convicciones. Por eso me gusta este libro: el relato ante una hija que recién retorna de la cárcel, sobre lo que no supo, por su encierro, de su madre que ha fallecido hace poco. ¡Que importa Franco! Es intrascendente en este monólogo. Me gustó lo genuino de la voz de este pintor que no miente sobre lo profundamente egocéntrico que somos incluso en momentos que no debiéramos serlo. Y habla además de una generación que vivió el siglo veinte, con todas sus limitaciones y contradicciones.

Personalmente no me ha gustado. Esta muy bien escrita pero la historia me parece bastante misogina. La trama es básicamente un señor llorando por su mujer pero de una forma super idealizada. Se intercala entre hablar de ella como si fuese una muñeca de porcelana que se le hubiese roto o su secretaria la cual hubiese dimitido. Respecto a la crítica al franquismo, si que menciona el tema, cuando detienen a su hija y a su yerno mismamente, pero lo menciona casi de forma anecdotica más que como una crítica. En mi opinión uno de los peores libros de Delibes, lo cual es una pena porque, sin duda, la forma de expresarse y de hilar la historia es maravillosa.

Tocaba clásico, y ahora que esta obra va a ser teatralizada en mi ciudad (nada menos que por el excepcional José Sacristán) no tuve dudas de mi elección. Siempre tuve claro que el libro supera a la película pero ¿y a una buena representación teatral? Ya os contaré. Del genial Delibes ya leí alguna cosa y debo decir que este no fue de lo mejor o, como siempre decimos, no me llegó en mi momento. Ángeles de Castro, la esposa de Delibes, dicen que se esconde detrás de esta señora vestida de rojo. Puede ser.

Es lo primero que leo de Delibes y me ha gustado mucho. Un canto al amor, y a la veneración de la persona amada desde el dolor, y la perdida. Últimos días de la vida de tu pareja, contados con tal dulzura y ternura que llegas a compartir su lamento. Novela cortita y totalmente recomendable.

Es el primer libro que leo de Delibes y si no fuera un autor tan conocido y afamado sería el último. A la muerte de su mujer escribió esta novela de desahogo, narrando "los últimos meses" de vida de su esposa. Antes de nada, la sensación final que me deja está novela es que no debería haberla leído, ni yo ni nadie. Me parece demasiado personal y me alegra que le sirviera de válvula de escape para pasar el duelo, pero no tenía porque haberla leído, no me incumbe, afecta o debería interesar a nadie como lector. La novela es plana, lineal, en formato epistolar. Se configura como una larga confesión sobre lo sentido los meses previos al fatal desenlace. Dicho esto, no me ha gustado en absoluto el modo en el que habla de su mujer. La figura de Ana es la de una secretaria y administradora que además ejerce de pilar fundamental para su marido. No tiene vida ni pensamientos más allá del pintor (alter ego de Delibes en la novela). Partiendo de eso habla de ella con desprecio, dándola siempre por supuesto. Cuando empieza a enfermar lo único que le preocupa es que "se va a poner fea" o "va a parecer una señora mayor" como si su esposa no fuese más que un trofeo que lucir y que perdiera valor si "se estropeaba". Nicolás es egoísta y egocéntrico, se enfada con ella cuando intenta ser optimista con la enfermedad y cuando todo empeora se aísla para así no tener que verla. En vez de acompañarla, ya que la enferma es ella, el pintor se encierra en su estudio para no verla hinchada o como se le va paralizando la cara, mientras Ana sigue intentando mantenerse activa con cada vez más dificultades. Cuando el médico decide que hay que operar y para salvarla hay que cortar el nervio facial, Nicolás tiene la desfachatez de intentar oponerse porque sin el nervio facial la cara se le iba a deformar. Llega a decir que prefiere perderla antes de verla fea. Todo hay que entenderlo en su contexto, pero no me parece forma de hablar de tu mujer a la que supuestamente quieres tanto. Un despropósito. No se la recomendaría a nadie, y le doy esta puntuación porque, por suerte, es una novela corta y no se hace demasiado pesada de leer ⭐⭐

Desoí las advertencias de Alicia y Mar. Claro que estaba delgada, pero ¿cuándo no lo había estado? Alicia iba a casarse unos meses después y recuerdo la actividad de tu madre en esa época; no dejaba un cabo suelto, no paraba. Tu hermana decía a veces: Hay días que no puedo seguirla. Tímidamente sugerí la idea de aplazar la boda hasta que se resolviese lo vuestro, al menos hasta que se celebrase el juicio, pero ella se opuso: Nadie tiene derecho a condicionar la vida de nadie. No obstante, fue la niña la que llenó su vida durante esos meses. Nunca imaginé que el primer año de un bebé tuviera que ajustarse a unas pautas tan delicadas. Para mí, el primer año de vida de un ser humano se resumía en tres momentos decisivos: los primeros balbuceos, el primer diente y los primeros pasos.

Mi primera novela de Delibes. Me pareció extraordinaria.

Otra vez Delibes, otra vez buena lectura, otra vez el placer de leer. http://librosmasrecomendados.blogspot.com/2018/08/senora-de-rojo-sobre-fondo-gris-de.html