Heidi, con el corazón roto por la muerte de su marido, viaja con Abbott, su hijo obsesivo compulsivo de siete años, y Charlotte, su sobrina adolescente, al pueblecito de Puyloubier, en el sur de Francia, donde, según dicen, una ruinosa casa de piedra cura los corazones rotos. Una vez allí, acompañados de un enigmático hombre y una vecina que parece saberlo todo sobre los secretos de la familia, Heidi y los suyos viajarán a través del amor, la pérdida y la curación rodeados de viñedos, brisas cálidas y la deliciosa comida de la región.
Me parece curioso ser la primera en colocar una reseña de esta novela en particular por la plataforma, y fijarme en el hecho de que es diminuta la cantidad de individuos que poseen conocimientos de su existencia. Puede que el público que disfrute de este tipo de romance resulte limitado. No obstante, sería pertinente acotar que esta historia trae consido un fondo psicológico y es la de aprender a cerrar ciclos para dar paso a nuevas experiencias de vida que te permitan aprender, crecer y continuar. Elaborar el duelo y acceder a navegar por cada una de sus etapas hasta sanar. Tal como relata Kirkus Reviews "Resulta embriagadora"