La era de los extremos produce su imaginario del horror, detrás del cual se esconde un universo de sufrimiento, pero también de experiencias sociales, de culturas compartidas, de ideas y de luchas que este libro querría explorar a través del concepto de "guerra civil europea". Éste ha sido utilizado por numerosos comentadores e intérpretes, desde la época de entreguerras, aun si el único que lo ha elaborado de manera sistemática (y bastante discutible) ha sido Ernst Nolte. Traverso lo retoma aquí para intentar captar el sentido de una época de guerras y revoluciones en la que la simbiosis entre cultura, política y violencia modeló profundamente las mentalidades, las ideas, las representaciones y las prácticas de sus actores. Este trabajo responde a la necesidad de revisar o superar algunas controversias historiográficas de los últimos decenios alrededor de la interpretación del fascismo, del comunismo, de la Resistencia, para reubicarlos en una perspectiva más grande, unificando los contextos estudiados. Apunta también a restablecer una perspectiva histórica contra el anacronismo hoy fuertemente extendido que proyecta sobre la Europa de entreguerras las categorías de nuestra democracia liberal como si se tratara de normas y valores atemporales. La tentación es tanto más riesgosa cuanto que la guerra civil es precisamente un momento en el cual esas normas se revelan caducas. Sólo si no consideramos la democracia solamente como un conjunto de normas sino también como un producto histórico, podemos entender el lazo genético que la une a una época de guerra civil.