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LITERATURA CONTEMPORÁNEA

SAN MANUEL BUENO, MARTIR: COMO SE HACE UNA NOVELA

MIGUEL DE UNAMUNO

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Sinopsis de SAN MANUEL BUENO, MARTIR: COMO SE HACE UNA NOVELA

Novela autobiográfica, escrita durante los amargos años del destierro. PRESENT. DE PAULINO GARAGORRI SAN MANUEL BUENO, MÁRTIR constituye un compendio de las preocupaciones esenciales de MIGUEL DE UNAMUNO y una prueba de su indesmayable deseo de inquietar a los lectores. El drama de un sacerdote que finge una fe que ha perdido para que sus feligreses no caigan en la desolación da pie para unas profundas reflexiones sobre la inmortalidad, la contraposición entre realidad y apariencia, los misterios de la personalidad, la disyuntiva entre una verdad trágica y una felicidad ilusoria.

17 reseñas sobre el libro SAN MANUEL BUENO, MARTIR: COMO SE HACE UNA NOVELA

Comencemos por San Manuel Bueno: Creo que este autor nunca me dejará de sorprender. Leerlo es descubrir; es encontrar; en ocasiones, ratificar; es aprender; es vivir… impresiona cómo en una novela tan corta puede encontrarse uno con tanto contenido. Se desarrolla el tema de la creencia, de la fe. Creer para qué? Cuál es la finalidad de la religión, de tener una creencia en algo superior? Será que tiene que ver algo la institucionalidad para darle orden a la vida, o, como se ve en el texto, para dotar de significado la acción de vivir? Manuel, el protagonista, a través de sus acciones, resuelve esas preguntas. Muestra a sus feligreses que la bondad, que el trasmitir las ganas de vivir es lo que importa. Ahora, el mismo Manuel, sabiendo o creyendo saber la verdad, porque digámoslo de frente: no hay santo que sea tan santo ni diablo que sea totalmente diablo, muestra a quienes él cree que le pueden entender, cuál es el alcance de las enseñanzas que pretende transmitir, y atrapa también, hace que su credo blasfemo también sea seguido. Se muestra cómo la religión puede ser un móvil para conmover las almas de los seres humanos y hace que, con ese estremecimiento del espíritu, actúen de una menor manera. Homo Homini ya no más Lupus. Habrá sido esa la necesidad de encontrar un ser superior y que se ha visto desfigurada por las interpretaciones de aquellos que se arrogan el “imperium” para interpretar. Hagamos el esfuerzo, seamos receptivos con Lázaro (no el bíblico sino el de Unamuno), y tal vez seremos más creyentes que quien comulga. Dónde está Dios? No tendremos algo de él todos los seres. Y, cuando muramos, no será que esa partícula volverá donde él. “- Blasfemo Alejandro”. “- Pero si nada más es una forma de pensar”. Al final, dentro del epílogo, aparece Unamuno como en niebla, y esa es simplemente la cereza del pastel, él convertido en personaje de su nivola. Es compuse hace una novela: Las cosas no fueron tan buenas. En esta ocasión el autor nos habla desde el exilio y nos explica que toda persona es capaz de hacer, o escribir una novela, pues la vida misma es una historia que parece de mentira, pura ficción. Nos muestra un personaje que comienza a leer un libro y se da cuenta que si lo termina, en ese mismo instante, terminará su vida. Él se aparta del libro, lo quema, lo vuelve a conseguir, pues es más la necesidad de seguir leyendo. Unamuno, al mismo tiempo, explica las razones de su exilio y hace una crítica al régimen que pretende no dejar pensar a las personas. En esta parte me perdí un poco por no conocer a fondo sobre lo que contaba el autor. El libro, cómo todo lo de este señor, vale la pena leerlo.


La primera obra que leo de Miguel de Unamuno. La historia de un sacerdote que pierde la fe pero sigue con su oficio contada por una feligresa que se considera su hija espiritual. Relato que retrata las contradicciones tanto del párroco como de la narradora Angelines y, su hermano, Lázaro. Obra con multitud de referencias a los Evangelios y a la vida de Moisés en la que Unamuno muestra lo que llamó la "intrahistoria". ¡Buena lectura!


El drama de un sacerdote que finge una fe que ha perdido para que sus feligreses no caigan en la desolación da pie para unas profundas reflexiones sobre la inmortalidad, la contraposición entre realidad y apariencia, los misterios de la personalidad, la disyuntiva entre una verdad trágica y una felicidad ilusoria.


Fue el primer libro de nuestra tertulia. Un monje rompió el hielo y preguntó por el porqué de mi elección. Y respondí: mis padres crearon la magia del ratoncito Pérez y la de los Reyes Magos, y acabaron sucumbiendo, desvelaron el truco. Con Dios nunca se atrevieron. Me hizo falta Unamuno. Eso fue hace muchos años. Creo que esta novela tiene mil relecturas, como las que nos brinda la vida. Por ejemplo, ahora me asomo al lago con los ojos enrojecidos, con una actitud más humilde: la montaña se alza firme en su reflejo, la nieve cuaja en su cima, y no sé si hundirme en el abismo del lago o alzar mis brazos y escalar a duras penas la cumbre reflejada y gritar. El reino de dios en la tierra es posible, así lo entendieron Don Manuel, Lázaro y Ángela. Mientras tanto, los Blasillos cacarean el así sea y amén.


Libro que tuve que leer en mis años de instituto, parece un librito sencillo y cortito, pero una vez que te explican la simboligía ya nada es lo mismo, magistral como Unamuno nos hace ver las dudas y la pérdida de Fe del viejo párroco "como voy a hacer ver la inmortalidad del alma humana si yo mismo no lo creo" Es curioso que con el paso del tiempo recuerdas con cariño los libros que leímos por obligación.


Es una de las críticas más interesantes a la Iglesia Católica que he leído. ¿Existe por qué la sustenta una fe auténtica y constantemente renovada o simplemente porque le hace bien al mundo tener esperanza, aunque no haya nada real de fondo?


Su vida era activa, y no contemplativa, huyendo cuanto podía de no tener nada que hacer. Cuando oía eso de que la ociosidad es la madre de todos los vicios, contestaba: «Y del peor de todos, que es el pensar ocioso». Y como yo le preguntara una vez qué es lo que con eso quería decir, me contestó: «Pensar ocioso es pensar para no hacer nada o pensar demasiado en lo que se ha hecho y no en lo que hay que hacer. A lo hecho pecho, y a otra cosa, que no hay peor que remordimiento sin enmienda»>. ¡Hacer!, ¡hacer! Bien comprendí yo ya desde entonces que don Manuel huía de pensar ocioso y a solas, que algún pensamiento le perseguía.


SAN MANUEL BUENO, MÁRTIR - Miguel de Unamuno. Hace unos días le hablé de este libro a un amigo que por sistema rechaza cualquier obra escrita en castellano y me entraron unas ganas enormes de releerlo. Puedo decir que sigue fascinándome esta historia como lo hizo en el instituto. Una crónica narrada por un "ángel" de mujer a modo de evangelista, que no puede llevarse el secreto a la tumba y sabiendo que la palabra escrita permanece en la eternidad. Un “Lázaro" que mantiene su nombre y que se convierte en el más fiel servidor de un “Enmanuel" sin fe, que guía a su pueblo hacia una tierra prometida, sabiendo que quien ve la cara de Dios, no está entre los elegidos. Y así muriendo en un existencialismo agónico de quien quiere tener fe y sólo encuentra la duda, entre la montaña y el lago; la nieve cae y Manuel descarga el peso de su falta de fe como una cruz que arrastra para salvar a su pueblo. Quién ha dudado ha visto la luz y por tanto queda expulsado del Paraíso, esta trinidad queda fuera de él entre referencias bíblicas y simbólicas, porque el paraíso ésta en esta vida en ese pueblo, entre la montaña y el lago.


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FRASES DEL LIBRO SAN MANUEL BUENO, MARTIR: COMO SE HACE UNA NOVELA

“Ya lo dijo un gran doctor de la Iglesia Apostólica Española, ya lo dijo el gran doctor de La vida es sueño, ya dijo que “el delito mayor del hombre es haber nacido”. Ese es, hija, nuestro pecado: el de haber nacido”.


Publicado porAlejoCeron

“dice él Génesis que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza. Es decir, que lo creó espejo para verse en él, para conocerse, para crearse”.


Publicado porAlejoCeron

“La razón es aquello en que estamos todos de acuerdo, todos o por lo menos la mayoría. La verdad es otra cosa, la razón es social; la verdad, de ordinario, es completamente individual, personal e incomunicable. la razón nos une y las verdades nos separan”.


Publicado porAlejoCeron

“A la rebusca del tiempo perdido! Siempre se pierde el tiempo. Lo que se llama ganar tiempo es perderlo. El tiempo: he aquí la tragedia”.


Publicado porAlejoCeron