Sabriel es un joven estudiante de Ancelstierre, un lugar muy parecido a nuestro mundo en los inicios de la industrialización. Hay electricidad, coches, armes... Pero su colegio está situado muy cerca de la frontera con otro mundo, el Antiguo Reino, donde viven fantasmas, reina la magia y los muertos hacen lo posible por superar los límites de la muerte. Gracias a sus poderes, el padre de Sabriel se dedica a hacer que los muertos se mantengan en su sitio y no acaben absorviendo la energía de la gente viva. Pero un día desaparece y Sabriel debe salir en su búsqueda e ir al Antiguo Reino.