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RUPERTINE DEL FINO: NOVELA FILOSÓFICA

PHILIPP MAINLANDER

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Sinopsis de RUPERTINE DEL FINO: NOVELA FILOSÓFICA

Por primera vez se traduce al español la novela corta Rupertine del Fino, escrita por el filósofo alemán Philipp Mainländer poco antes de sucidarse en 1876. Ambientada entre Alemania e Italia, constituye una de las mejores muestras de literatura decadentista de la segunda mitad del siglo xix, y sus apasionados personajes representan con gran eficacia los dos polos en torno a los cuales gira el pensamiento profundamente pesimista de este destacado seguidor de Schopenhauer: la dionisíaca voluntad de vivir y una resignada renuncia a la vida. Pocas obras consiguen conjugar literatura y filosofía como esta nouvelle, rebosante de sombrío romanticismo, que se publicó por entregas en 1899 en el Allgemeine Zeitung de Múnich, y cuyo contenido anticipa La muerte en Venecia de Thomas Mann, quien pudo leerla cuando residía en la capital bávara, mientras estudiaba a Nietzsche y Schopenhauer y trabajaba en la redacción de Los Buddenbrook.

1 reseñas sobre el libro RUPERTINE DEL FINO: NOVELA FILOSÓFICA

A veces, llega a ti una novela corta cargada de intensidad, una historia que se te clava dentro y echa raices sobre el corazón; y ésto ha pasado con Rupertine del Fino. Hace tres semanas no conocía a Mainländer, un filósofo, ávido lector de Schopenhauer pero con luz propia. Luz propia que iluminó a Nietzsche al descubrir que para Mainländer, Dios había muerto porque se había suicidado. A esta novela se la evoca como el origen de “La muerte en Venecia” de Thomas Mann y en verdad lo simbólico de Venecia ya aparece en esta novela anterior y en los temas que ensalza. Para mi, Rupertine es una sonata con olores que evocan a “Werther” a “Las afinidades electivas”, pero expecialmente a “Fausto”. No sabría expresar el porqué de estas sensaciones que me llevan una y otra vez a los sabores lejanos de Goethe salvo en quizá en el tema central del discurrir de la vida en el camino hacia la muerte. Porque de la vida y de su fin, la muerte, trata esta novela que se sustenta en dos pilares masculinos y otro femenino. Otto y Wolf son las dos caras de una misma moneda. Otto la vitalidad, lo afirmativo, la necesidad de sentirse plenamente vivo; Wolfgang, el reposo del alma, la aquietud de la voluntad. Hay quien dice que en el filósofo Wolfgang descansa el alma de Mainländer, pero yo no lo creo o no es del todo cierto. Otto y Wolf son al igual la mente y el alma de Mainländer, una lucha entre la pulsión vital y el aquietamiento del deseo, de la voluntad; la lucha por la vida y la aceptación de la muerte, un ir y venir de un estadio al otro en el que nos movemos los humanos, la necesidad de sentir, de amar, de ser feliz y la aceptación de que sea cual sea el camino elegido al final del mismo siempre nos espera el mismo final. Dos amigos tan dispares y distintos con un nexo en común, el amor; el amor que sienten hacia Rupertine del Fino y la necesidad de crear un mundo de felicidad para ella; pero también la conciencia vital de un camino a recorrer hacia un mismo destino por distintos senderos. Rupertine es el personaje femenino de esta historia, el complemento perfecto, la pieza que encaja en ese devenir. Ella es el cierre a la esfera platónica de la perfección, del ying y el yang, del equilibrio del universo. Aquí la dicotomía se encierra en un mismo cuerpo y en un único alma. Su pasión vital, la necesidad de sentirse viva, de que la sangre corra con fuerza por sus venas; vivir intensamente como si fuera el último segundo de la vida y a la vez emprendiendo un camino espiritual que va haciendo que crezca a lo largo de la novela. Rupertine descubre rápidamente que el destino vital es la muerte, pero una y otra vez vence en ella el ansia por la vida y la necesidad de sentir y amar. Así le dice a Wolfgang en un determinado momento: "Sí, el entendimiento me dice que el tiempo nos destruirá a ti, al mundo y a mi, también me dice que ahora estamos vivos, y esto es una certeza que siento con alegría; y cuando me pongo en este último punto de vista imaginario que has expuesto, creo en mi obra y pienso en su reflejo, aunque sólo sea el reflejo de un reflejo”. Así, en esta balanza nunca equilibrada Rupertine elige la vida intensa como camino hacia la muerte, y lo hace consciente de lo que deja y consciente de esa dualidad o no dualidad entre el ser y el no-ser. El tema del honor y la fama que ampliamente trató Schopenhauer se alza ahora para marcar la distancia entre el pasado y el presente, porque del futuro lo único que resplandece es la llegada a la meta común de cada personaje. La salud tan necesaria para ese camino y las consecuencias de su falta de cuidado. El movimiento, la voluntad, la certeza de formar parte de un todo... Mainländer escribió en diez días este libro, aceptando el reto de su hermana. Una novela cargada de su pensamiento y de filosofía. Una catarsis en la que reconcentró la misma y que tiene distintos planos de lectura: Parte de un triángulo amoroso que desemboca en la certeza de que somo el movimiento vital que nos da la vida, el sentimiento, el amor y cuya finalidad es, en última instancia la aceptación. Un “aprender a morir” que oigo tan a menudo. Habrá, no obstante, quien sólo vea una intensa y preciosa historia de amor en esta lectura; otros por el contrario, tras su lectura verán más allá: la nada y el todo, una infinitud de sentimientos que se apoderan del alma, porque es ese el principal sentido de un buen libro: que te quiebre, que te haga emocionarte hasta que sientas romperse tu interior. Rupertine del Fino, guante a la medida de mi ser. Capaz de amar sin medida la vida y su belleza y en la que la certeza de lo inevitable crece pareja a la necesidad de sentir. Ella nunca dudo que necesitaba un compañero para vivir y otro para morir.


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