Sinopsis de ROBUR EL CONQUISTADOR
"La novela refiere los avances en aeronavegación de la época presentando a un inventor estadounidense (Robur) que, ante los miembros del Weldon Institute de Filadelfia, una sociedad que aboga por el uso de los aeróstatos, defiende el uso de aeronaves aéreas ""más pesadas que el aire"". Tras ser despedido con burlas, secuestra al presidente, al secretario de la sociedad y al criado de ambos, y los embarca en la nave que ha construido, para demostrarles así la eficacia, la seguridad y la potencia de su invento. La nave recibe el nombre de ""Albatros"", como el ave marina que es capaz de volar durante largo tiempo y recorrer enormes distancias."
3 reseñas sobre el libro ROBUR EL CONQUISTADOR
No lo sé. Pensaba escribir una reseña que se inclinaba a no recomendar este libro. Tiene 209 páginas, pero bien pudo haber sido un cuento de 15 páginas. Como ya nos tiene acostumbrados, Verne hace una extraordinaria mención geográfica desde los cielos. La vista de los países por parpadeos aéreos, desde la nave monstruosa Albatros, es, para mí, innecesaria. No hay mucha riqueza. A diferencia de otros libros en los que he disfrutado de los viajes extraordinarios a los que nos lleva Julio Verne. Sin embargo, creo que al final, el libro demuestra que sí debió escribirse. Se defiende, porque el desenlace es ágil y entretenido. Pero, la verdad es que habiendo leído más de una decena de libros de Verne ya puedo ver claramente la estructura de su prosa. Predecible. Por lo que no lo disfruté sino hasta el final. Bueno, se trata de un secuestro. Prudent y Evan son tomando prisioneros por un personaje desconocido que se enfrenta hábilmente a la premisa de que algo más pesado que el aire no puede volar. En esto si hay que admirar a Verne, porque se imagina las naves pesadas explorando la atmósfera, teniendo en cuenta que hasta ese momento son los globos aerostáticos los que se pensaba que podían solamente volar, siendo "más ligeros que el aire". Verne se imaginó algo diferente. Naves con hélices horizontales y verticales moviéndose en simultáneo. Interesante. Robur, se los lleva por los aires, decía, hasta que estos planean su huida después de un huracán. Simple, debió ahorrarse papel, Verne y a mí, tiempo. Por lo demás, creo que un Joel adolescente lo hubiera disfrutado más.
Un libro ameno, una novela mas corta de lo que generalmente Verne escribía. Para dar una opinión habría que retrotraerse al momento en que fue escrito y lo asombroso (como en la mayoría de sus novelas) es la imaginación. Básicamente inventó una maquina voladora cuando no existían ni aviones ni helicópteros y encima vaticinó el fracaso de los globos aerostáticos. Como siempre, las descripciones geográficas impecables, como escritas junto a la enciclopedia británica. Leer a Verne como para cortar lecturas mas modernas siempre va a ser un placer, recomendable.
