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BIOGRAFÍAS Y MEMORIAS

RETRATO DEL ARTISTA ADOLESCENTE

JAMES JOYCE

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7,8

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Sinopsis de RETRATO DEL ARTISTA ADOLESCENTE

Obra de inspiración autobiográfica, relata la historia de la insatisfacción y la rebeldía del propio autor, que le indujo a romper con su familia, sus amigos, su patria, su moral y su fe, para emprender el camino del destierro y convertirse en un eterno expatriado

11 reseñas sobre el libro RETRATO DEL ARTISTA ADOLESCENTE

Es una recomendación difícil, y creo que hay que dividirla en base a tipos de lectores y sus intereses. 1. Si NO estás interesado en adentrarte en el mundo de Joyce, no te la recomiendo. Si bien es corta por momentos es pesada, ya tiene algunas de las características de la escritura que usará Joyce en el Ulises, lo cual hace un poco confusa la obra por momentos. Por otro lado en esta historia hay 4 capítulos, van pasando a medida que el niño se hace adolescente. En cada uno hay un salto en sus creencias y personalidad que para mí no están resueltos. No comprendo que lo lleva a pasar de ser un niño de tal manera a un prepuber de tal otra. Eso no me convenció tampoco. O sea si no estás leyendo a Joyce no lo recomiendo ni lo regalaría ni lo hubiese leído. 2. Si estás adentrándote el el mundo de Joyce de manera medianamente seria SI te la recomiendo y vale la pena. Yo ya leí el Ulises y en este contexto me interesa saber quien fue Stephen Dedalus en su juventud y que situaciones lo condujeron a ser quien es en Ulises. Aunque recomiendo empezar por este libro (yo no sabia que existía) y luego leer el Ulises, porque vamos de menor a mayor grado de complejidad y porque leer como va evolucionando un niño que ya sabes como termina de adulto pierde parte de la gracia. Si quieren mi recomendación para leer el Ulises están en la reseña del Ulises. 3. Otro grupo sería quiero leer el Ulises únicamente, tengo que leer este libro? NO. Si lees la guía de Gamerro junto con el Ulises el te explica lo que podrías no saber por no haber leído retrato del artista adolescente, pero en mi caso soy obsesiva y estoy como en un periodo de leer varias obras y cerrar el tema. 4. Por último, quiero leer algo de Joyce pero no tan complejo como el Ulises. Vale la pena? Para mi NO. Esta obra no está a nivel de la otra entonces al leer retrato de un artista adolescente no podemos comprender el porqué del fenómeno de James Joyce y su Ulises. Si alguien quiere conocer García Márquez yo me animo a decirle mira, lee crónica de una muerte anunciada y te vas a dar una buena idea sobre cómo escribe, es representativo aunque no sea 100 años de soledad. No considero que esto ocurra con Joyce, para saber porque todos hablan de él tenes que leer si o si el Ulises. Así que si este es tu caso lee el Ulises o los dos o ninguno, no hay obligación. Ahora empiezo Dublineses y ya con esto concluyo mi lectura de Joyce porque no voy a tratar de leer Finnegans Wake. (Deberán vivir sin mi reseña jajaja). Dublineses también debería leerse antes del Ulises y no después pero más vale tarde que nunca. Les cuento cuando termine. Resumen: a quien no le interesa Joyce no se la recomiendo. Quien quiere leer joyce en su conjunto y contexto si. Para quien quiere solo leer el Ulises no es indispensable leer esta obra. Y quien quiere leer esto como para darse una idea de porqué la importancia de Joyce no le va a servir, así que para este fin tampoco la recomiendo. Nota: esta es mi opinión, la opinión de alguien que NO es profesional, y trato de escribir algo que pueda servir a alguien que tenga mis mismas disyuntivas. Seguramente hay gente más calificada, pero veo que también hay gente calificada escribiendo loas complejas de obras de las cuales terminan o relatando el argumento (para eso leo la contratapa) o spoileando todo y siento que lo hacen más para impresionar que para ayudar. Y no creo que ese sea el espíritu de la red. Pero bueno cada uno puede seguir a quien quiera y le resulte útil! Yo escribo simple, de un celular así que puede haber algún error y con ánimo de colaborar con otro lector.


Leí este libro como iniciación al Ulysses, ya que narra los primeros años de uno de los personajes de esa novela. Joyce refleja la sociedad sublimes en él y el marcado sesgo católico de la misma. Una novela de tintes autobiográficos imprescindible para conocer al autor.


RETRATO DEL ARTISTA ADOLESCENTE - James Joyce He tardado 2 meses en decidirme a comentar esta lectura porque pienso que necesitaba la frialdad de la distancia para hacerlo. Os recomiendo la traducción de Dámaso Alonso. Quizá la mejor forma de conocer a Stefen Dédalus, uno de los personajes de su obra "Ulises" sea adentrarse en esta novela sobre la infancia y juventud del mismo. Una novela que rezuma tintes autobiográficos en cuanto al lienzo de la sociedad irlandesa que nos presenta y al enorme peso de una educación católica en la misma. Las referencias a los padres de Dédalus son a la vez las referencias a los de Joyce. La novela va ganando según avanza, hasta el punto de que sus 50 últimas páginas están cargadas de maravillosos párrafos: "...Afirmo que la religión no es un hospital para parturientas. Madre indulgente. Me dice que tengo unas ideas muy raras y que he leído demasiado. Falso. He leído poco y entendido menos. Después, asegura que he de volver a la fe porque tengo un espíritu tornadizo. Eso sería salir de la Iglesia por la puerta trasera del pecado y volver a entrar en ella por la claraboya del arrepentimiento. No me puedo arrepentir. Se lo digo así y le pido seis peniques. Me da tres".


A ver. Leer a Joyce de por si es un desafío. Comencé con el Retrato del artista adolescente porque todavía no me animo a leer el Ulises. Según Borges en una conferencia decía que esté libro era de los más accesibles de Joyce, así que tuve en cuenta la opinión de Borges. Ahora si, sin duda es un libro muy bueno pero no es para leerlo a las apuradas, no es un libro para leer en el metro. Al que le interese le puedo aconsejar que busque una edición con un buen prólogo y notas al pie (la de Losada es muy buena) y además que investigue un poco la vida de Joyce. Para leer algo de el hay que leer sobre el. Tiene muchas referencias sobre religión y sobre Dublín que es preferible saber algo para que no se escapen detalles en la narración que seguro a mí se me escaparon. Eso si, abstenerse lectores que solo quieran pasar el rato, el tipo fue un genio pero hay párrafos que hay que leer varias veces.


Leer esta pequeña novela es como adentrarte sin querer en el carril bici, y cuando te quieres dar cuenta, tienes que esquivar una bici que te viene por la derecha, al mismo tiempo que ves venir a otra de frente. Es decir, es un cacao en muchos sentidos... pero puedes sobrevivir, su atropello no te va a matar. Con esto quiero decir que aunque la lectura es compleja tanto por ese flujo de conciencia tan característico de escritores como Joyce, como por los temas filosóficos que el joven Dedalus maneja cual filósofo griego, sí que se puede entender la crítica hacia la doble moral religiosa para la cual el sexo era peor que un crimen, la visión de Irlanda como si fuera el Saturno que devora a sus hijos (este punto me recordó mucho a España), y una particular visión del arte, cuya belleza reside en lo que la persona llega a comprender acerca de él, es decir, apreciar el arte por el arte. Es una novela con muchas aristas, las cuales no son fáciles de entender a la primera (es más, creo que no las he entendido en su totalidad, o directamente no las he entendido), y por ello es una historia recomendable para personas amantes de los crucigramas literarios. Para los que no lo sean tanto, mejor no sigan por el carril bici.


Indudablemente, después de leer «Todos somos Leopold Bloom» sentí el impulso de continuar leyendo a Joyce. Casi comienzo a leer «Ulises» una vez más, pero luego pensé en Stephen Dedalus, ese enigmático personaje que nos introduce en el libro y que luego se pasa dando vueltas por él, cruzando su camino con Bloom una y otra vez. Esta novela, que fue la primera que escribió y publicó Joyce aún estaba entre mis pendientes, así que decidí ir más a fondo en la vida de Stephen. Porque esta es su historia. Comienza cuando Stephen es aún un niño que vive la transición a adolescente con inocencia. Rodeado por su familia, a los cuales quiere y admira, también se encuentra enfrascado en sus estudios en el colegio. El internado le hace sentir añoranza de su hogar, tanta que termina enfermando. Y postrado en la enfermería, entre la fiebre y la soledad, Stephen sueña que ha muerto y que todos los niños, los sacerdotes y sus seres queridos, lamentan mucho su fallecimiento. Pero Stephen no ha muerto, o al menos solo ha emprendido un viaje de transformación, uno que no terminará nunca, ni siquiera cuando al final del «Ulises» volvamos a encontrarlo adulto. Todo el libro es la historia de ese viaje interior, intelectual y sobre todo emocional. Stephen, un chico impresionable y muy inteligente, descubrirá el poder de las palabras, el poder que tienen en la sociedad (es Parnell quien ha muerto mientras Stephen soñaba con su funeral, y con él las esperanzas y sueños de una nación), el poder que tienen en las mentes y las vidas de las personas (estudia en un colegio católico, donde los mandamientos y la idea del pecado son la comidilla diaria, además de provenir de una familia creyente), y el poder intelectual y cultural que tiene la literatura. Stephen, de quien se ha dicho que era el alterego de Joyce cuando era joven, nos expone la principal preocupación del autor, una que ya sabemos cuánto explorará y hasta donde llevará a expandir sus límites, si estos realmente existieron alguna vez. La teoría literaria que Stephen desarrolla no es otra que la que Joyce pone en práctica libro a libro, y la que termina transformando la literatura universal. Pero aquí podemos encontrar incontables referencias a la vida del autor, no solo a la intelectual, y además las pistas que luego se retoman en «Ulises». «Retrato del artista adolescente» es el camino del autor tras el lenguaje, el estilo, y es un quiebre absoluto de todas las normas, ideales y mentalidades de la época. Es el quiebre básico que sufre cualquier niño al ir creciendo. Y es, creo yo, también el retrato de una época de rupturas en un país dividido entre el pasado y el futuro, además de ser un libro bellísimo, conmovedor y plagado de lirismo.


Un viaje asombroso, de a momentos perturbador, por los pensamientos del personaje y los propios. Fan del flujo de la consciencia. Lo recomiendo, ojo con no perder la cabeza.


Novela en la que conocemos los primeros años de Stephen Dedalus, su formación en los colegios jesuitas y su propia formación como artista.


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FRASES DEL LIBRO RETRATO DEL ARTISTA ADOLESCENTE

Lo que él necesitaba era encontrar en el mundo real la imagen irreal que su alma contemplaba constantemente.


Publicado porSantiago, usw

El estaba destinado a aprender su propia sabiduría aparte de los otros o a aprender la sabiduría de los otros errando entre las acechanzas del mundo


Publicado porGonza83

Después, asegura que he de volver a la fe porque tengo un espíritu tornadizo. Eso sería salir de la Iglesia por la puerta trasera del pecado y volver a entrar en ella por la claraboya del arrepentimiento.


El pasado se deshace en el presente y el presente no vive más que para dar origen al futuro.