Nick Sharpe posee una cadena de gimnasios. Tiene dinero, ambición y un cuerpo perfecto, pero acaba de descubrir que es adoptado y nunca se lo habían dicho. Para empeorar las cosas, su asistente personal le ha dejado casi sin preaviso. De repente, tanto su vida profesional como personal están patas arriba... y entonces el destino le envía a Sammie.