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Sinopsis de REPÚBLICA LUMINOSA

La aparición de treinta y dos niños violentos de procedencia desconocida trastoca por completo la vida de San Cristóbal, una pequeña ciudad tropical encajonada entre la selva y el río. Veinte años después, uno de sus protagonistas redacta esta República luminosa, una crónica tejida de hechos, pruebas y rumores sobre cómo la ciudad se vio obligada a reformular no solo su idea del orden y la violencia sino hasta la misma civilización durante aquel año y medio en que, hasta su muerte, los niños tomaron la ciudad. Tensa y angustiosa, con la nitidez del Conrad de El corazón de las tinieblas, Barba suma aquí, a su habitual audacia narrativa y su talento para las situaciones ambiguas, la dimensión de una fábula metafísica y oscura que tiene el aliento de los grandes relatos. Ganadora del XXXV Premio Herralde de Novela

7 reseñas sobre el libro REPÚBLICA LUMINOSA

Una crónica ficticia hecha novela, con un muy buen trato... Pudiese parecer la crónica de una felonia, o que aquello simplemente estaba deseando suceder , o una inevitable tragedia por omisión. Lo único que no acepto, es la presencia del destino o Karma, aunque asumo que otros pudiesen considerarlo así. Barba coloca al pueblo de San Cristobal en una modorra selvática que adormece los sentidos y ralentiza los sentimientos. Y al rio Ere, arrastrando y oscureciendo las conciencias. Junto a la selva que devora lo humano, literal y figuradamente, para volverlo de un salvajismo despiadado. Un grupo de niños, surge de la nada selvática, salvaje, de las profundidades del rio, o de la inconsciencia del pueblo, lo permea y se mimetiza con su entorno, hasta volverse invisible, para parasitarlo y dañarlo, pero sin lesionarlo, aunque manteniendo sus particularidades de grupo marginal ( el lenguaje la mas notable ) . Tras esto sobreviene la tragedia, que es más por pérdida que por maldad, el pueblo sale de su modorra y la erupción crece, causa escozor e incita a liberarse, para sanar su conciencia. Narrado en primera persona, por el director de asuntos sociales, como partícipe, resolutor, y cómplice por omisión. Quien desgrana lentamente los hechos que le duelen por evitables hasta su inevitable conclusión, y todo con acompañamiento de violines, El final turbulento, arrasador, agobiante. Ahoga las voces ininteligibles. Algo recupera tras algunos años .. Una amarga exploración de la indolencia adulta, de la ceguera de cercanía, y otra vuelta al eterno de si la maldad es inherente o se adquiere como contagio. Las comparaciones y asociaciones interminables. La maldad solo lo es si me afecta.. El mal viene de lo profundo....del ser humano...Las causas...eso es otra historia.


Novela que hace honor al título, es un fogonazo de luz, inspirador y evocador, que alumbra dos mundos que operan en lógicas distintas y a menudo irreconciliables: la infancia y la edad adulta. Con una prosa preciosista, con dosis medidas de ironía y un ritmo cadencioso va armando una trama desde el suspense y la crónica de misterio en la pequeña ciudad latinoamericana de San Cristobal (Argentina, Venezuela, Chile?), atravesada por su acento rural y costumbrista y las aspiraciones de una clase media aupada por el desarrollismo económico. Narra veinte años después, los hechos que rodearon a la desaparición y muerte de 32 niños sin hogar en extrañas circunstancias, a través del testimonio de un asesor de servicios sociales que vivió en primera persona este suceso. A medida que avanza, va introduciendo análisis de prensa, entrevistas de radio y televisión, o ensayos que sirvieron en su momento para armar el relato y la interpretación de los acontecimientos. Es una fábula, extraordinariamente contada, sobre la pérdida de la inocencia, el duelo y el papel de los medios de comunicación y las historias de ficción en la percepción de la realidad. Si la lectura es deleite, este libro es un buen ejemplo de ello.


Muy buen libro! La forma en la que está escrito es atrapante, te va llevando. Narra la historia de un grupo de niños que viven juntos y aparecen repentinamente, comenzando a alterar el orden del pueblo. Pone en relieve otra infancia, lejana a la "ideal", que produce extrañeza al principio en los habitantes del pueblo, para luego directamente ponerlos en conflicto. El final es muy bueno.


Novela que, por momentos, parece el informe de un suceso real narrado en retrospectiva y, de manera reflexiva, aborda el tema de la infancia, su vulnerabilidad e indefensión, especialmente la visibilización de los niños desamparados esos que están, provocan incomodidad y no se quieren ver. Las consecuencias de ese abandono que, en escalada de violencia, se padecen inexorablemente. Los miedos colectivos, la impiedad, el rol de los medios, la negligencia de los funcionarios y, en general, la mirada errada de los adultos. Con algunas digresiones que, si bien pausan un poco la lectura, la enriquecen porque proponen conexiones valiosas para pensar los vinculos en la vida personal y comunitaria. Dolorosa, deja un sabor amargo como sucede con las injusticias evitables pero como suele decirse, no se sale indiferente de su lectura y, por eso, es muy, muy recomendable.


Buen libro. La forma de narrar, la historia, todo te atrapa de principio a fin.


Esta reseña está totalmente influenciada por el abordaje desde el cual releí el libro: la infancia como otredad siniestra. En un primer momento mi mente no dejaba de ir a otro libro que había leído sobre una temática similar, Nada de Janne Teller. La gran diferencia, según mi punto de vista, reside en el modo en que los adultos conciben a esa niñez como una otredad siniestra. Bajo la lupa de una concepción de niñez cristalizada los adultos no reconocen a esos niños como tal, puesto que, los 32 no responden a un modo de ser que los adultos esperan de ellos. Actúan como niños pero con ciertos rasgos de adultez que frente a la visión del adulto se transforman en algo raro, algo que perturba, que molesta y que hay que detener de algún modo, algo salvaje que hay que civilizar. La necesidad exculpatoria de los adultos lleva al desenlace trágico en el cual se le termina atribuyendo a los 32 la culpa de su propia muerte. ¿No será que lo verdadera e inherentemente siniestro es la adultez?


No es una novela fácil. Plantea un escenario poco tranquilizador donde un grupo de niños no se comportan según lo que se espera de ellos.


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FRASES DEL LIBRO REPÚBLICA LUMINOSA

Lo sórdido siempre está a un pequeño paso de lo pintoresco. Es literalmente cierto.


Publicado porEdd62

pero la pobreza real se parece poco a la pobreza imaginada. No sabía aún que la selva iguala la pobreza, la unifica y en cierto modo la borra.


Publicado porEdd62

Cuando una sociedad comienza a dudar de todo, la pregunta que hay que hacerse no es: ¿existe la telepatía?, sino: ¿en qué lugar estamos heridos?


Publicado porEdd62

La llegada se había desplegado al principio como una ensoñación y luego con la rugosidad siempre brusca de la pobreza.


Publicado porEdd62

Los dibujos eran un cóctel particular compuesto por una parte de fantasía infantil, una de miedo siniestro y otra de expectativa invocada. Lo que hacía que resultara difícil mirarlos no era que fueran una cosa o la otra, sino que fueran las tres simultáneamente.


Publicado porEdd62

El mito de la inocencia infantil es una forma bastardeada, positiva y cómoda del mito del Paraíso Perdido. Santos, intercesores y vestales de esa religión de bolsillo, a los niños se les encarga que representen para los adultos el estado de gracia original


Publicado porEdd62