RELATOS DE KOLIMA: LA RESURRECCION DEL ALERCE

VARLAM SHALAMOV

Calificar:

10,0

1 votos

Sinopsis de RELATOS DE KOLIMA: LA RESURRECCION DEL ALERCE

En La resurrección del alerce, Varlam Shalámov ahonda -ofreciendo siempre una nueva perspectiva- en los episodios y los personajes con los que compartió los largos años que pasó en el gulag. Como si se tratara de variaciones inagotables que pretenden dar cuenta de una realidad hasta entonces desconocida para el lenguaje, el autor convierte Kolimá en un texto que se expande y se transforma a través de cada relato. Pero si la obra del escritor ruso se revela como un documento esencial de la tragedia es porque instaura un género nuevo: reivindica una respuesta civilizada a ese infierno, artística, sofisticada incluso, una radical expresión literaria de un creador a la par que testigo. Este volumen es el cuarto de los seis que forman el ciclo general, que ahora se publica íntegro por primera vez en castellano y de acuerdo con la estructura que Shalámov dio a su obra.

1 reseñas sobre el libro RELATOS DE KOLIMA: LA RESURRECCION DEL ALERCE

Cuarto volumen de relatos del GULAG en primera persona Varlam Tíjonovich Shalámov (en ruso: Варлам Тихонович Шаламов; Vólogda, 18 de junio de 1907 - Moscú, 17 de enero de 1982) fue un escritor, periodista y poeta ruso, superviviente del gulag. Este libro, que es único, es una serie de relatos cortos sobre la vida en el infierno blanco del GULAG, la verdad es que el testimonio es desgarrador, me hizo recordar por momentos al “Hombre en busca de sentido “ de Viktor Frankl. “¿Con qué se firman las condenas a muerte: con tinta química o con la de los pasaportes, con la tinta de los bolígrafos o con alizarina, disuelta en sangre pura? Apuesto a que ninguna sentencia de muerte se ha firmado con un simple lápiz. En la taiga no necesitábamos tinta. La lluvia, las lágrimas, la sangre disuelven cualquier tinta, cualquier lápiz químico. Los lápices químicos no se pueden mandar en los paquetes, en los registros los requisan, y ello por dos razones. La primera es que un preso podría falsificar cualquier documento; la segunda es que un lápiz de este tipo se convierte en la tinta tipográfica con que los comunes hacen sus cartas, las barajas, y por tanto… Solo está permitido el lápiz de mina común, el simple grafito. En Kolimá el grafito tiene una importancia extraordinaria, capital. “ (Del relato EL GRAFITO)