«?No te me escaparás. Tienes que llevarme. ?Pero amigo... ?Déjame a mí el resto. Ya sé que es ?peligroso?... quizá sea eso lo que me atrae.»Quien habla así es Fridolin, un joven médico vienés, acomodado, felizmente casado y padre de una niña, que durante unos carnavales se siente misteriosamente arrastrado hacia lo desconocido, un mundo a medio camino entre el sueño y la vigilia, en el que, atrapado por el deseo, vivirá experiencias de extraña y fascinadora intensidad. Con una sutileza fuera de lo común y unas capacidades descriptivas y psicológicas extraordinariamente modernas, Arthur Schnitzler nos sitúa en un terreno ambiguo y ambivalente, de una mágica ensoñación.
Ojos bien cerrados.. Aunque realmente se necesitan bien abiertos para no perder detalles de este “ relato soñado” Una historia con una suave y delicada invitación a la sensualidad, con un erotismo tan exquisito, que no requiere profundizar en las escenas. Escenas oníricas, escenas reales que rayan lo onírico. La muerte, el amor la renuncia al propio ser. La búsqueda de una intensidad que justifique el ser , el estar , pertenecer, Fridolin un médico con una vida aparentemente resuelta, su esposa Albertine, parecen la pareja perfecta. Pero hay demasiada sexualidad irresuelta, que se traslada al sueño, pareja que comparte todo, incluso sus sueños más eróticos. Fridolin es llamado a media noche a atender un antiguo paciente. Que lamentablemente ha fallecido, la hija, le declara su amor, el médico sale tratando de encontrar sentido a la vida, a partir de aquí sobreviene una borrachera de los sentidos , se cuela a una fiesta sexual, donde todos están disfrazados, es echado de la misma, y se obsesiona con una participante, a la cual busca el día siguiente, todo esto sublimado por lo oscuro y ominoso de su traslado por la ciudad a altas horas de la noche y por sitios no recomendables . Regresa a su casa donde su esposa le platica sus sueños, de un elevado erotismo. . Schnitzler describe las escenas precisas con una sutileza que mantiene el interés en un punto alto durante toda la novela. Juega con la psique de los protagonistas, pero sobre todo con la del lector, al mezclar, sexualidad, oscuridad sueño, placer, culpas, con lo que se ha considerado la más recurrente fantasía sexual. El encuentro con un desconocido . Kubrik, al adaptarla a la pantalla introduce, escenas que son más perturbadoras que sutiles, el máximo atractivo, para mi de esta película ha sido la participación de Nicole Kidman . Por mucho el libro supera a la película
Que pena que Kubrick en vez del bodrio de Eyes wide shut no se hubiese inspirado algo más en la elegancia y erotismo sutil de esta, la historia original. Relato para leer de un tirón y soñar después...
Obra maestra. Entramos en la deriva del protagonista tras conocer los secretos más íntimos de su mujer, conoceremos los secretos del protagonista de forma más sutil, veremos, deseos, inseguridades y frustraciones de todo tipo, todo está medido con precisión para contar tantas cosas en tampoco, el lado oscuro está a un paso
Sospecho que la realidad de una noche, incluso la de toda una vida humana no significa también su verdad mas profunda - Y ningún sueño, es totalmente un sueño
Encima de los disfraces estaban los correspondientes sombreros, y tuvo la impresión de avanzar por una avenida de ahorcados a punto de invitarse a bailar mutuamente
El placer inefable de mirar, se transformó para el en el tormento casi insoportable del deseo
Tal vez había momentos, pensó, en que, de hombres que en circunstancias normales no tienen ningún poder sobre el otro sexo, se desprende un hechizo extraño e irresistible