REIRAKU

Probablemente la obra más personal del escritor, o quizá no, nos habla sobre la decadencia de un mangaka enfrentándose a los propios demonios que creó en su camino al buscar la libertad en torno a sus sueños. El peso de su libertad terminó siendo su soledad y su incapacidad para conectarse, y a su vez los castigos que se autoimpone porque al final su vida terminó siendo un desperdicio. El precio a pagar fue demasiado alto e Inio Asano sabe cómo decirlo. El excelente trazado y diseño de página rebosa de expresividad y odio, como un conjunto de almas en pena, tristes y desoladas, carentes de esperanza y salvación, viviendo una vida que no quieren. Los enormes silencios y espacios en blanco, enemigo principal de escritores y dibujantes, manifiestan este dolor. Inio Asano dijo una vez que Reiraku es una obra antagónica a una de sus obras más conocidas, Solanin, y en todos los aspectos se lo puede ver. Porque en el segundo caso son almas que, aún fallando en la búsqueda de sus sueños, encuentran un confort en ello, Reiraku es la vida mediocre de un hombre que consigue sus sueños y ve que no es cómo se lo imaginaba. Y en esa naturaleza del poco descanso y el tener que vender para poder subsistir, eventualmente la línea divisoria de lo que es la intención del mangaka y lo que el público quiere ver, se difumina.