La novela erótica más gamberraHelen está deprimida; sólo quiere encerrarse en casa, atiborrarse de calorías y escuchar música romanticona.Resignada, traza nuevos objetivos, empezando por buscar un empleo en el que el jefe (condición indispensable) no sea atractivo, en el que pueda pasar desapercibida y en el que, además, se valore su esfuerzo.Así que cuando encuentra un puesto hecho a su medida, cree que su vida recuperará, por fin, la normalidad, pero, de nuevo, el universo se alía en su contra y se empeña en estropearlo todo.¿Qué ocurre cuando por casualidad tropiezas con un ídolo de tu adolescencia y lo achicharras con el café? ¿Qué puedes hacer cuando tienes de vecino al tipo más atractivo y metomentodo del mundo? ¿Por qué nadie entiende tu cambio de look y todos cuestionan tu ropa?¿Cómo te las apañas para aguantar los caprichos de una rubia famosilla?¿Quién es capaz de trabajar con el tipo más narcisista del planeta?
Constantemente está cambiando de voz narrativa y eso a veces te despista. Durante toda la novela quieres que ocurra algo más, a ser posible con carga dramática para que después se resuelva en un final feliz, pero solo te encuentras demasiado sexo y poco argumento. Cuando llegas al final estas cabreada por haberte tragado 400 páginas esperando algo mejor.