Sinopsis de QUERIDA IJEAWELE

Una invitación a rechazar estereotipos, a abrazar el fracaso y a luchar por una sociedad más justa. Una bella misiva con reflexiones tan honestas como necesarias que conquistará por igual a madres, padres, hijos e hijas. «Una pensadora y escritora extraordinariamente autoconsciente, con la capacidad de criticar nuestra sociedad sin burla ni condescendencia ni polémicas impostadas. Carta a una joven madre que acaba de dar a luz. En sus quince consejos, reivindica la formación de nuestros hijos en la igualdad y el respeto, el amor por los orígenes y la cultura.

40 reseñas sobre el libro QUERIDA IJEAWELE

Todo lo que leo de esta autora es sencilla y llanamente magistral. Fiel defensora de su raza y de las tradiciones de su país, Chichamanda no se anda con remilgos, cuando quiere expresar un mensaje es clara y contundente. Este librito es una versión de una carta enviada a una amiga quien tras ser madre le pide consejos para transmitir a su hija una educación feminista. A partir de esta premisa, la insta a educar a su hija a partir de 15 recomendaciones que no son ni más ni menos que sentido común (siendo a veces, el menos común de los sentidos). El resultado se resume en una educación en y para la libertad, dejando a un lado los clichés sexistas, las costumbres ancestrales de sumisión, sometimiento, los “corsés disciplinarios y de renuncia” por ser mujer, la jerarquía en las relaciones de pareja, etc. Insiste en el valor de la lectura, la educación integral y el desarrollo de todas las aptitudes, la importancia de la comunicación, la estimulación de la curiosidad sin censura. Aclara que ser feminista no significa renunciar a ser femenina tal y como muchas veces se piensa. La clave, es la libertad de elegir. Su mensaje es directo, sencillo, cálido, sincero, inmenso, poderoso: "En lugar de enseñarle a tu hija a agradar, enséñale a ser sincera. Y amable. Y valiente. Anímala a decir lo que piensa, a decir lo que opina en realidad, a decir la verdad”. “Dile que, si algo la incomoda, se queje, grite."


En este año es el segundo libro que leo de Chimamanda y creo que leeré muchos más. A ella también la he visto en algunos videos de youtube de sus conferencias o platicas. Me agrada su forma de pensar, de expresarse, de comunicar lo que siente. En Querida Ijeawele, la autora Chimamanda hace de una carta que le escribió a una amiga por encargo de esta, una muy buena reflexión del tema de ser feminista. La amiga solicito que le oriente de cómo educar a su hija para que sea feminista. Por lo que la autora en 15 consejos o sugerencias nos dice y habla del tema feminista. Es cierto que la autora no descubre el hilo negro de ser feminista, sin embargo, no lo había visto de esa forma. Nos habla de lo que para ella considera ser feminista ligth, de aquellas personas que pregonan el feminismo y se desgarran la ropa y hacen tanto escándalo y, sin embargo, son feministas de un momento (ligth), no lo practican o no lo cuestionan en su vida diaria. También el feminismo light aplica en la forma que la sociedad pone en segundo lugar a la mujer o no le da su crédito o respeto que se merece. En la lectura, Chimamanda nos hace reflexionar sobre la formación de nuestros hijos, en enseñarles a que si algo les molesta o se sienten incomodos que no se dejen pisotear y no se queden callados. También como adultos nos hace reflexionar de cómo nos dejamos llevar por las costumbres, estereotipos o de los roles de género, nos alienta a cuestionar todo, del matrimonio, de las normas sociales, del sentido de identidad, del sexo, de la opresión y presión que ejerce la sociedad con las mujeres. Nos alienta a la lectura, a que la mujer no hable del matrimonio como un logro, a que el cuidado de los hijos sea equitativamente compartido con el padre y que no se diga que ayuda a la esposa, ya que no es ayuda, es su responsabilidad y obligación. Creo que es un libro que nos invita a la reflexión y trasmite el mensaje de forma contundente en menos de 50 páginas.


Ijeawele acaba de ser mamá de una niña, y le pide a su amiga Chimamanda Ngozi consejo sobre cómo educarla en el feminismo. Chimamanda le escribe una carta con quince sugerencias, dándole sus consejos y punto de vista. Este libro es una transcripción, ligeramente retocada, de esa carta. Me gusta mucho esta autora, me gusta cómo escribe, y me ha gustado este libro, todo lo que cuenta en él. Quince capítulos con unas directrices que me parecen tan de sentido común, tan básicos, que me asombra y me indigna que no se dé por sentado que tenga que ser así. Son consejos básicos para educar en la igualdad, en la autoestima. Desde la infancia, con cosas tan básicas como la elección de los colores, de la ropa, de los juegos... Estoy completamente segura de que muchas personas (no solo hombres) cuando lo lean ni siquiera habrán caído en la cuenta de la gran importancia que tienen tantas pequeñas elecciones, tantas pequeñas acciones que llevamos a cabo cada día. Este libro se ha convertido para mí en uno de esos libros para releer de vez en cuando. Y por supuesto lo recomiendo. "Enséñale a tu hija que los roles de género son una solemne tontería. No le digas nunca que debe hacer algo o dejar de hacerlo porque es una niña. "Porque es una niña" nunca es una razón para nada. Nunca." "Saber cocinar no es un conocimiento preinstalado en la vagina. A cocinar se aprende. Cocinar, las tareas domésticas en general es una habilidad que, idealmente, deberían tener tanto hombres como mujeres. También es una habilidad que puede escapárseles tanto a hombres como a mujeres." "Enséñale a que nunca, jamás, diga tonterías del calibre "mi dinero es mío y el suyo de los dos". Es mezquino. "Enséñale que un hombre NO tiene la obligación de proveer. En una relación sana, dicha responsabilidad recae en quien pueda satisfacerla".


Desde muy pequeños hemos crecido con estereotipos implantados a fuerza. Una situación que observo a menudo es que a un niño le prohíben que llore, le dicen que los niños no lloran porque si lo hacen parecen mariquitas, provocan en el niño vergüenza, los obligan a callarse y no a serenarse. En cambio, a las niñas las dejan llorar para que no se pongan enfermas, para cuando grandes no sean rabiosas, pero aún así la humanidad consideran a las mujeres locas e histéricas cuando alzan la voz para decir lo que piensan, creen y sienten. Talvez porque de niñas no lloraron lo suficiente.🤦‍♀️ Los niños crecen con una ideología errónea de que de grandes deben ser "machos alfas", por ahí leí un meme que decia: "cuiden a sus hijas, que mi hijo les va a bajar los calzones" y lo aberrante de este meme fue que una mujer lo publicaba, olvidándose por completo de la equidad e igualdad de género, quizá para algunos les cause gracia y para ella orgullo de ser madre de un varón, pero lo cierto es que esas pequeñas acciones hacen grandes diferencias.😔 Chicos y chicas son biologicamente distintos, pero la socialización exagera las diferencias. En este librito se encuentra quince consejos útiles y fáciles para seguir y criar a nuestros niños en la equidad e igualdad de género, quince trucos para acabar con los estereotipos y alcanzar una sociedad más justa, basada en el respeto y la igualdad. 🤗


Nunca me he sentido “feminista” aunque sí “igualista”, pero hasta que eso llegue, tal palabra sólo será para mí la herramienta necesaria para conseguirlo. Egoístamente, estoy encantada de haber tenido dos hijos varones, ¿Por qué? No seamos necios, más tranquilidad para mí en la adolescencia, cuando quieran volver a casa por la noche. En un futuro, sé que no tendrán que sufrir miradas raras cuando, si tienen hijos, decidan seguir trabajando y no tendrán que oír la frase lapidaria que yo tuve que escuchar mil y una veces cuando tenía que dejarlos a las 7 de la mañana en “Los primeros del cole” para poder llegar a mi jornada laboral: ¿Pero no te da pena, tan pequeños? Es muy injusto, pero no me da vergüenza admitir que seguro que no tienen que pensar en dejar el trabajo para poder cuidar de un padre o madre enfermo, es el mundo en el que vivimos. Que conste que esto lo digo desde mi piso con calefacción y agua corriente, en un país gracias a cuyas leyes he podido divorciarme y seguir viviendo con mis hijos y en donde la mayoría de las decisiones sobre mi vida, equivocadas o no, las he tomado yo. Imaginad que me hubiera tocado otro país, uno de esos en los que quedarse embarazada siendo viuda, es suficiente para que te apedreen hasta morir ¡casi nada! Con un estilo directo, dirigido al lector como si fuera su amiga que ha sido madre, este librito es un canto a la educación precisamente en lo que he creído siempre. Una lectura necesaria en los tiempos que corren, para poder eliminar tantos estereotipos, que no ocupa más de unas horas y merece la pena, seas o no feminista, tengas que educar niñas o niños.


Ijeawele, es una amiga de la infancia de Chimamanda que es madre, le preguntó cómo criar a su hija para que fuera feminista, para dar respuesta le escribió una carta con 15 sugerencias sinceras y prácticas. Ella dice que este libro es una versión con algunos detalles modificados de la carta, donde aborda temas como el rol de género, la igualdad femenina convencional, la importancia de la lectura, el lenguaje, el matrimonio, la realización plena, el sentido de identidad, la apariencia, las normas sociales, el sexo, el amor, la opresión, el valor de la diferencia, el machismo, el patriarcado algunos de estos ejes temáticos no son sencillos de abordar porque tocan fibras muy sensibles en hombres y mujeres. La autora hace referencia a diversos aspectos, puedo mencionar entre ellos la manera inapropiada de hablar a veces muy directa, cruda o muy sutil que fomenta desigualdad en la sociedad, esto se da de parte y parte; en cuanto a la pirámide del poder, cuando vamos subiendo evidenciamos que menos mujeres nos encontramos en el camino; los colores como identidad de género (rosado para las niñas y el azul para los niños); los juguetes (los carritos, el balón, los trenes para los niños y las muñecas, la cocina y sus accesorios para las niñas); el comportamiento (solo los hombres corren, saltan, gritan, son bruscos y las niñas somos delicadas, princesas, nos sentamos con los pies junticos y siempre estamos bien puestecitas); las profesiones (hoy todos podemos asumir los cargos que soñemos, solo que a las mujeres nos va a costar un poquito más mostrar nuestra competitividad, ya no hablamos de profesiones para hombres o para mujeres y menos pensar que la labor nuestra se limita al quehacer doméstico), entre otros aspectos que expone a través del texto. Estas y muchas otras razones son las que debemos tener en cuenta para cambiar la manera de educar a nuestros hijos. Leer a Chimamanda Ngozi Adichie ha sido una experiencia significativa y entrañable que me acompañara por mucho tiempo en los momentos de reflexión frente al tema de la educación de nuestros hijos al pensar en la manera de crear un mundo más justo para hombres y mujeres, no solo como madre, abuela, sino también como educadora, esto lo digo a título personal, pero sería interesante que aún los hombres con o sin hijos se tomaran el tiempo para leerlo.


Genial libro de introducción al feminismo. Fácil de leer, humano y sobre todo, real. Leerlo es como sentarse a tomar un café con su autora.


Este, me ha parecido incluso un poco mejor que el primero. Nos cuenta , las sugerencias que le da a una madre, que quiere educar a su hija como feminista, y le escribe una carta, con unos pocos de consejos, que no dejan de ser, educación, igualdad, humildad, amor...... Muy bueno a la vez que muy corto, y como no hay dos sin tres, me voy a por el tercero ya!!


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FRASES DEL LIBRO QUERIDA IJEAWELE

Nunca te disculpes por trabajar. Te gusta lo que haces, y que te guste lo que haces es un regalo fantástico para tus hijos.


Publicado porJap

Enséñale que no haga universales sus principios y experiencias. Enséñale que sus principios son solo para ella no para los demás".


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Enseñale a que no haga universales sus principios y experiencias. Enséñale que sus principios son solo para ella, no para los demás. Existe solo una humildad necesaria.


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¿no te parece extraño que, en la mayoría de las sociedades del mundo actual, en general las mujeres no puedan proponer el matrimonio?


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En lugar de enseñarle a Chizalum a agradar, enséñale a ser sincera. Y amable. Y valiente.


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